Nueva York y Washington., Joe Biden finalmente decidió rendirse ante el abrumador coro de su partido al declarar este domingo que abandonará la contienda presidencial, y endosó a su vicepresidenta, Kamala Harris, como la mejor opción para sustituirlo en la lucha para derrotar a Donald Trump en las elecciones nacionales de noviembre.
La decisión de Biden se da tres semanas después de su desastroso desempeño en el primer debate presidencial con su contrincante republicano y el fracaso de convencer a legisladores y donantes de su partido de que eso fue un lapsus de un día, ante crecientes dudas sobre el estado físico y mental del presidente, de 81 años.
Con eso, el demócrata, quien ha estado en el mundo político por más de medio siglo, tomó la primera decisión para poner fin a su carrera.
Mientras ha sido mi intención buscar la relección, creo que está en el mejor interés de mi partido y país que me haga a un lado y enfocarme sólo en cumplir con mis deberes como presidente por el resto de mi periodo
, declaró en una carta abierta al pueblo estadunidense.
Por la red social X, agregó un poco después: deseo ofrecer mi pleno apoyo y endoso a Kamala para ser la nominada de nuestro partido este año. Demócratas: es hora de unirnos y derrotar a Trump. Vamos a hacerlo
.
Por su parte, Trump y los republicanos reaccionaron de la manera esperada, con el magnate repitiendo que Biden no era apto y que a diferencia de él nunca me rendiré
, mientras el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, junto con otros de sus colegas, llamó por la renuncia del presidente al argumentar que si no estaba en condiciones para continuar su campaña, no debería de seguir de mandatario.
En lo que de inmediato fue calificado de 'día histórico
–de hecho, ningún presidente activo que tenía la opción de buscar la relección la había rechazado desde Lyndon B. Johnson, en 1968–, todo indicaba que la estrategia era pasarle la batuta directamente a Harris en un intento por evitar que se reabriera el concurso para la nominación del próximo candidato presidencial demócrata en su Convención Nacional, programada del 10 al 22 de agosto, donde hasta ahora era la sede para la coronación de Joe Biden.
Poco después del anuncio, Harris emitió uno propio declarando: estoy honrada en tener el endoso del presidente y mi intención es obtener y ganar esta nominación
.
Aunque hay oposición interna entre algunos legisladores, donantes y estrategas demócratas a que ella sea la sucesora, las declaraciones cuidadosamente coreografiadas este domingo intentan a la vez reconocer que no hay consenso absoluto, pero también buscan frenar otras opciones y consolidar a Harris lo antes posible.
La vicepresidenta se declaró lista para concursar por la candidatura de su partido, que se definirá en la Convención Nacional Demócrata. Foto Afp
Apoyo inmediato
La ex senadora y procuradora general de California es la primera mujer en ocupar la vicepresidencia y la primera hindú-estadunidense en ese puesto. Su precandidatura ya cuenta con el apoyo del ex presidente Bill Clinton y su esposa, ex candidata presidencial y ex canciller Hillary, y también la de la senadora liberal Elizabeth Warren, al igual que de decenas de otros oficiales electos que se expresaron a favor de ella a lo largo del día, incluyendo dos figuras que se habían mencionado como posibles candidatos presidenciales: el gobernador Gavin Newsom, de California, y su homólogo de Pensilvania, Josh Shapiro.
Pocas horas después del anuncio, la campaña de Biden para presidente ya había cambiado su nombre a la de Harris, y como era ya la compañera de fórmula, los fondos recaudados para su jefe aparentemente ahora pueden ser utilizados por ella.
Kamala Harris envió su primer mensaje como precandidata presidencial para recaudar fondos: Éstos no son tiempos ordinarios. Y ésta no será una elección ordinaria... Pero esto es nuestro Estados Unidos. Y te necesito conmigo en esta lucha”.
La apuesta es que una candidatura de Harris entusiasmará a votantes jóvenes –ella, de 59 años, es más de 20 años menor que Biden y 18 menos que Trump–, como también a mujeres y algunos sectores minoritarios, ya que buscaría ser la primera mujer y segunda afrodescendiente que se enfrentaría contra la fórmula republicana de dos hombres blancos, que han trabajado para anular el derecho de las mujeres sobre sus propios cuerpos y cuyas bases incluyen a supremacistas blancos.
Sin embargo, algunos dudan de que sea la mejor candidata en esta coyuntura, en particular por su desempeño en su fracasada campaña presidencial anterior como por su falta de logros en su capacidad como vicepresidenta. Maria Cardona, integrante de la comisión de reglas del Comité Nacional Demócrata, comentó a NBC News: sé que hay personas trabajando detrás del escenarios que piensan que no es la mejor para llevarnos a la victoria
, en comentarios antes del anuncio de Biden.
Advirtió que si un intento para imponer a Harris es percibido como una táctica inorgánica encabezada por altos mandos en el Partido Demócrata, habrá una guerra civil dentro de él en la que nadie sobrevivirá
.
Tal vez por eso la primera declaración de Harris fue cuidadosamente redactada para expresar que estaba lista para concursar
y ganar la nominación para ser la candidata presidencial demócrata. Varios observadores políticos y juntas editoriales en medios nacionales han sugerido que la opción más viable es un proceso abierto y competitivo para seleccionar al mejor aspirante para ese partido.
Durante semanas se han mencionado varios posibles candidatos en la eventualidad de que Biden se retirara de la contienda, incluyendo Newsom, la gobernadora de Michigan Gretchen Whitmer, entre otros cuatro o cinco, sobre todo aquellos políticos estatales o federales que provienen de los estados claves que finalmente determinarán los resultados de la elección nacional.
En teoría, los demócratas podrían abrir el proceso, incluso en su convención nacional, que se realizará a mediados de agosto, pero el presidente de ese partido, Jaime Harrison, afirmó en una declaración este domingo que en los días venideros, el partido realizará un proceso transparente y ordenado para proceder como un Partido Demócrata unido con un candidato que pueda derrotar a Donald Trump en noviembre
.
La cúpula del Partido Demócrata aparentemente teme que haya un debate abierto durante su convención nacional y están buscando generar apoyo abrumador para Harris, y con ello usar el acto como sede para lanzar su candidatura en la elección general.
En las de 2020, Harris se presentó como precandidata presidencial, pero rápidamente se retiró de la contienda por una serie de tropiezos y tras un mal manejo en la campaña y su fracaso en generar mayor apoyo.
Poco impacto
En su encargo como vicepresidenta, Harris se ha reunido con el presidente Andrés Manuel López Obrador en varias ocasiones y fue encargada por Biden para desarrollar estrategias de largo plazo para abordar las causas raíz
de la migración, aunque sus logros no han tenido gran impacto político. Dentro de este país, Harris ha sido una de las protagonistas en enfrentar la agenda antiaborto de los republicanos; también, en su papel de ex procuradora estatal, en resaltar los problemas legales de Trump y sus aliados. Sus posiciones sobre asuntos de política exterior son menos conocidos.
Por lo pronto, su tarea inmediata es convencer tanto a sus propias filas como a la opinión pública de que ella puede ser la cara del futuro de su partido y de este país.
Mientras tanto, y a pesar de una decisión tan demorada, se puede escuchar un suspiro colectivo de alivio entre demócratas y sus aliados de que Biden usó la salida de emergencia del escenario electoral.