A medida que crece el crimen organizado trasnacional, también lo hacen las estructuras de lavado de dinero; las cuales, además de incluir nuevas herramientas como los criptoactivos, se están haciendo cada vez más sofisticadas. De ahí que se requiere un piso mínimo de regulación entre los países para combatirlo, enfatizó Elisa de Anda Madrazo, la mexicana que preside el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI).
En entrevista con La Jornada, la primera mujer en estar al frente de la institución internacional subrayó que durante su gestión bianual se buscará imprimir el sello de la diversidad en el organismo, traer nuevas voces que hoy no tienen un lugar en la mesa. GAFI va a mirar al sur bajo la presidencia mexicana, va a mirar a África, va a mirar al Caribe
, destacó.
Creado en 1989 como una iniciativa del G-7, GAFI establece normas y marcos de regulación para reducir el riesgo de delitos vinculados con el sistema financiero internacional. La lista gris
de este organismo identifica jurisdicciones con alto riesgo de lavado de dinero y financiamiento al terrorismo; formar parte de ella le puede costar a un país entre 2 y 7 por ciento del producto interno bruto sólo en el primer año de ser listado, de acuerdo con un estudio del Fondo Monetario Internacional.
Esos son los dientes de GAFI
, el poder incluir en su lista a países donde la regulación podría facilitar delitos financieros, explicó De Anda. Antes de que una jurisdicción sea calificada como riesgosa, se realizan valoraciones a detalle, que tardan cerca de dos años e incluyen investigaciones en sitio. La evaluación de México iniciará a finales de 2024, pero para evitar un conflicto de interés la presidirá Jeremy Weil, vicepresidente del organismo.
Donde hay crimen, normalmente hay lavado de dinero
sostuvo la titular del GAFI. De ahí que el crimen no se puede combatir sólo en las calles, se tiene que combatir también desde la perspectiva financiera, y en la medida en que crece el crimen organizado trasnacional se hace más latente, porque las estructuras de lavado son sumamente sofisticadas y se requiere que las autoridades tengan las herramientas necesarias para combatirlo y coordinarse en el ámbito internacional.
De Anda reconoció que al lavado de dinero que podría considerarse tradicional
se ha sumado el riesgo de los activos digitales y se está viendo “sobre todo en delitos cibernéticos (…) de secuestro de información (ransomware), y también en el financiamiento al terrorismo. Es una de las modalidades recientes que se están observando en los últimos atentados, que son financiados con activos virtuales”.
La titular del GAFI sopesó que si bien los activos virtuales son un sector novedoso
que puede ofrecer oportunidades, también se puede usar para conductas ilícitas. Hasta ahora la recomendación del GAFI es regular su uso mediante un padrón de todos los prestadores de servicios de activos virtuales, tal y como lo hace México.
“Como autoridad no puedes regular el activo per se, sería tanto como decir que vas a regular el peso, lo que regulas es al intermediario”, aclaró. Por ejemplo, en el caso de México, una vez empadronados los prestadores de servicios de activos virtuales, se les hace una supervisión y tienen que dar reportes a la Unidad de Inteligencia Financiera.
A nivel internacional el reto es que todos los países apliquen esta regulación. Si no lo hacen, dejas espacios para que los criminales encuentren lugares de resguardo en los que pueden cambiar esos activos virtuales por monedas de curso legal.
Otro de los pendientes de piso mínimo entre todas las jurisdicciones es la puesta en marcha de registros de propietarios finales que reduzcan el riesgo de que se usen empresas, fideicomisos y otros recursos para obscurecer a los beneficiarios de esquemas de lavado de dinero.
En la medida que tengamos registros de propietarios reales, de beneficiarios finales, vamos a poder saber quién está detrás de estas estructuras jurídicas y esto es fundamental para combatir el lavado de dinero (...) Se requiere que todos los países tengan este registro con información completa y actualizada, pero también se necesita que los registros puedan interconectarse a nivel internacional, por eso son tan importantes los estándares que está fijando el GAFI.
De Anda insistió que la titularidad del GAFI se puede considerar un éxito de la Secretaría de Hacienda en promover la diplomacia financiera
, lo que permite al país tener voz en las negociaciones económicas y comerciales a nivel internacional.