Ciudad de México. La de este sábado fue una noche histórica en el Palacio de Bellas Artes. Una raya más al tigre en sus nueve décadas de existencia, que se cumplen este 2024. Fue la noche de La fiesta del bolero de México y Cuba para el mundo.
Así se tituló al magno concierto con el que ese género musical ingresó al máximo recinto cultural del país, “del que nunca más saldrá”, según aseguró la titular de la Secretaría de Cultura federal, Alejandra Frausto,
Fue la manera con la que el gobierno de México celebró la inscripción del bolero en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), efectuada el 5 de diciembre de 2023, a partir del expediente binacional presentado por nuestro país y Cuba.
Antes del concierto celebratorio, en una sala colmada por el público, tuvo lugar una ceremonia protocolaria en la que la secretaria de Cultura federal anunció la creación en nuestro país de la Casa del Bolero Roberto Cantoral, que ocupará el que fuera el domicilio familiar de ese fallecido compositor (1935-2010), precisó, gracias a la generosidad de su familia
La parte artística reunió durante alrededor de dos y media horas a una pléyade de 20 cantantes y músicos de México y Cuba, tanto solistas como duetos, tríos y cuartetos, además de la Orquesta Escuela Carlos Chávez, del Sistema Nacional de Fomento Musical.
Entre los artistas nacionales figuraron, y fueron rabiosamente ovacionados por la concurrencia, Tania Libertad, Eugenia León, Regina Orozco, Jorge Coque Muñiz y Carlos Cuevas, como parte de los consagrados, en los que estuvieron también La Sonora Santanera, Los Macorinos y el Mariachi 2000.
También hubo espacio para los jóvenes, como Las hermanas García, Enarmoniatrio, La Marisoul y Los Miranda, que se comprometieron a mantener vivo este género romántico para las nuevas generaciones.
El país caribeño, en tanto, estuvo representado por la pianista y cantante Argelia Fragoso, con su imponente voz de trueno y filin, así como por el cantante Eduardo Sosa, quien le puso candela a la velada.
En el programa hubo de todo y para todos. Tanto bolero acompañado a piano y a guitarra, en trío y sinfónico hasta bolero norteño, arrabalero y ranchero. Fueron 33 temas de esos llegadores, que lo mismo cantan al amor que al desamor, que hacen suspirar y ponen la piel como pellejo de pollo.
Un aluvión de compositores reunidos en una histórica cita musical: Agustín Lara, Ernesto Duarte, Mario Ruiz Armengol, Manuel Esperón, César Portillo de la Luz, Armando Manzanero, Martín Urieta, Ema Elena Valdelamar, Luis Demetrio, Fernando Fuentes y José Alfredo Jiménez, por mencionar algunos.
Muchos de los grandes éxitos del género, como Ɓésame mucho, de Consuelo Velázquez, la canción más grabada en la historia; clásicos de Los Panchos, como Contigo y Sin ti; Sabor a mí y Seguiré mi viaje, de Álvaro Carrillo; un popurrí con temas de Roberto Cantoral, como Reloj y La barca, fueron fluyendo de la voz de esos artistas y calando en lo más profundo del ánimo de la audiencia, que al final ovacionó estridentemente a quienes hicieron posible esta irrepetible noche.