Madrid. España Begoña Gómez, esposa del presidente del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, se negó a declarar ayer -por recomendación de su abogado- en una audiencia del proceso abierto en su contra por presuntos delitos de corrupción en los negocios y tráfico de influencias, a raíz de sus actuaciones empresariales personales.
El abogado de Gómez, el ex ministro Antonio Camacho, aconsejó la no declaración por “falta de garantías”. El Juez “debe delimitar cuál es el objeto de la investigación, porque esta es una garantía para los investigados, y con la delimitación que ha hecho, y hago referencia al propio juez a través del auto de 1 de julio, este procedimiento se ha quedado sin contenido”, agregó.
La causa fue iniciada a raíz de una querella presentada por el sindicato ultraderechista Manos Limpias y alimentada en las semanas posteriores por informes de la Guardia Civil, y pruebas en torno a su actividad profesional en varios proyectos, entre ellos la creación de una maestría en la Universidad Complutense especializada en la captación de fondos públicos. Los delitos de tráfico de influencias y corrupción en los negocios, tipificados en el Código Penal, se atribuyen por primera vez en la historia a la esposa o pareja de un presidente del gobierno español.
El proceso judicial, también contó con la comparecencia de dos altos directivos de la Universidad Complutense, que fueron citados para aclarar el proceso de asignación de los recursos para la creación del plan de estudios de la maestría y, sobre todo, por qué la esposa de Sánchez registró a su nombre un programa de informática creado por multinacionales y una empresa paraestatatal y por el que, presuntamente, se logró un beneficio económico de más de cien mil euros (un millón 900 mil pesos mexicanos) en el primer año de su puesta en marcha.