El Departamento del Tesoro de Estados Unidos anunció este jueves una serie de sanciones en contra de los integrantes de una organización criminal dedicada al tráfico de migrantes establecida en Tijuana.
El grupo encabezado por Abdul Karim Conteh, un ciudadano de Sierra Leona, y su esposa mexicana, Verónica Roblero Pivaral, transportaba migrantes a la frontera de México con Estados Unidos, los aconsejaba sobre cómo cruzar de manera irregular y les proveía de documentación fraudulenta.
Sus operaciones tenían un alcance “global y regional”, de acuerdo a un comunicado del gobierno estadunidense, que destacó que para sancionar a esta organización criminal tuvieron coordinación con el gobierno de México, incluida la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF).
La organización de Karim “ha traficado migrantes hacia los Estados Unidos por años para su propio beneficio financiero”, señaló la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés), que agregó que a los miembros de la red de tráfico de personas “aprovechan el sistema financiero de los Estados Unidos para recibir los pagos de sus operaciones ilícitas de contrabando”.
El alcance de la organización de tráfico de personas de Abdul Karim Conteh se extiende tanto a nivel regional y global; por ejemplo, mantiene relaciones en Nicaragua y ha coordinado el movimiento de migrantes en ese país, agregaron las autoridades estadounidenses.
“Proveniente de Sierra Leona, Karim es el líder de la organización de contrabando humano sancionada hoy y es responsable del contrabando de miles de migrantes de África, China, el Medio Oriente, Rusia y otras jurisdicciones hacia los Estados Unidos. La esposa de Karim, Verónica, es de nacionalidad mexicana y desempeña una variedad de roles cruciales dentro de la organización, que van desde conducir migrantes a la frontera con Estados Unidos hasta recibir pagos por las operaciones de contrabando”, añadieron.
En consecuencia, las propiedades que dispongan en Estados Unidos los señalados o bien estén en posesión de ciudadanos estadunidenses quedan bloqueadas. De igual forma, se restringen las transacciones entre los sancionados y personas que residan en Estados Unidos que involucren cualquiera de estos bienes sujetos a sanciones.