Fitch ratificó la calificación de la deuda soberana de largo plazo de México en BBB-, por encima del grado de inversión. Con ello siete agencias calificadoras han mantenido la calificación crediticia de México este año, con una perspectiva estable para el país. Si bien la firma destacó la prudencia de las políticas macroeconómicas, advirtió que las elecciones de Estados Unidos, los apoyos continuos a Petróleos Mexicanos (Pemex) y las reformas constitucionales en discusión son un riesgo.
“La calificación de México se sustenta en un marco de política macroeconómica prudente, finanzas externas estables y robustas y una relación deuda pública/PIB que Fitch proyecta que se mantendrá por debajo de la mediana 'BBB'. La calificación está limitada por indicadores de gobernanza débiles, un historial de crecimiento moderado a largo plazo y riesgos fiscales relacionados con pasivos contingentes de Pemex y rigideces presupuestarias crecientes” resumió Fitch en su análisis.
La firma de riesgo destacó que Claudia Sheinbaum ganó las elecciones presidenciales del 2 de junio de 2024 con 59 por ciento de los votos, más del 30 por ciento por encima de su competidor más cercano, Xóchitl Gálvez, lo que derivó en el mayor margen de victoria en una elección presidencial mexicana desde 1982. Este resultado en las urnas “solidifica el amplio apoyo político de Morena”, el cual, con sus aliados, puede obtener suficiente apoyo legislativo para aprobar las reformas constitucionales que el presidente Andrés Manuel López Obrador envió al Congreso en febrero pasado.
Fitch consideró que entre esas iniciativas, la que tendrá un mayor relevancia será la judicial, que promueve la elección de juzgadores a través del voto popular. De acuerdo con la firma de riesgo, esta reforma puede afectar “negativamente el perfil institucional de México”, sobre todo porque la gobernanza del país “ya es relativamente débil”, con una valuación de 32 por ciento, por debajo del promedio de 58 por ciento que tienen otros países calificados con BBB. Sin embargo, la firma consideró que “es demasiado pronto para medir la gravedad potencial (de la propuesta) antes de la aprobación y la implementación”.
En temas meramente económicos, la firma de riesgo calcula que el déficit fiscal pase de 5.4 por ciento del PIB en 2024 a 4 por ciento en 2025, debido a que la próxima administración heredará un incremento en el gasto social y los mayores costos de endeudamiento, pese a que se ha hablado de mantener una trayectoria estable de deuda sobre PIB. La firma calcula que la deuda pública aumentará a 52.8 por ciento del PIB en 2026, luego de cerrar el 2024 en 49 por ciento. Sin embargo, se mantendrá muy por debajo del 55 por ciento en que se encuentran en promedio los países calificados con BBB.
La firma de riesgo espera que continúe el apoyo financieramente a Pemex durante la administración de Sheinbaum, luego de que en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha alcanzado aproximadamente el 4 por ciento del PIB entre 2019 y 2023. “Esto probablemente requerirá transferencias federales continuas a menos que haya una mejora significativa en la eficiencia operativa de la compañía o una reducción en su carga de deuda”, explicó la firma de riesgo
Sobre el crecimiento, Fitch proyecta que sea de 2 por ciento en 2024 y disminuya a 1.8 por ciento en 2025. “Anticipamos que la actividad económica se recuperará por el resto de este año después de una economía más débil durante el primer trimestre” y que el nearshoring “ofrezca a México oportunidades significativas para mejorar su participación en la cadena de suministro global y diversificar su capacidad de fabricación, aunque reubicar la producción es un proceso gradual”.
Sin embargo, Fitch enfatiza que las elecciones estadounidenses son una fuente de incertidumbre para la economía mexicana, debido a la intención declarada del ex presidente Donald Trump de imponer un arancel universal del 10 por ciento a todas las importaciones, así como la presión de la migración para ambos países. “El aumento de las tensiones comerciales en tal escenario podría dejar a México vulnerable, dado que el 80 por ciento de sus exportaciones están destinadas a los Estados Unidos”.