Ciudad de México. El ex dirigente nacional del PRI y ex secretario de Estado Pedro Joaquín Coldwell auguró que, de concretarse la relección de Alejandro Moreno Cárdenas al frente de este partido, la mayoría de los militantes abandonarían las filas del tricolor y aceleraría la pérdida de su registro como fuerza política, además de dejar a un PRI menguado
para 2027. Consideró que para quienes dejen al instituto político, la opción sería conformar un nuevo instituto político o un frente ciudadano, pero aseveró que, en su caso, esa no es su prioridad.
Sostuvo que ante los argumentos sólidos
de las seis impugnaciones presentadas por ex dirigentes, ex legisladores y militantes del partido, éstos representan “una prueba para el tribunal para demostrar que es garante de los derechos políticos de los ciudadanos… no puede ser que un partido político, que es una entidad de interés público, sea secuestrado por una persona y no exista una institución capaz de reparar los derechos afectados”.
El también ex gobernador de Quintana Roo y ex secretario de Energía con Enrique Peña Nieto se declaró convencido de que la mayoría de los priístas están en contra de la elección consecutiva, sobre todo por tres periodos, que es un exceso, un agandalle y un secuestro del partido
.
La relección en las dirigencias estatales y municipales que también avaló la asamblea nacional derivará en un envejecimiento
del partido, y lo dejará como un instituto desmovilizado y petrificado
, ya que al mantenerse los mismos líderes, cerrará el paso a nuevos cuadros que no podrán acceder a esos cargos, explicó.
En entrevista con La Jornada, reveló que en varios estados comenzaron a formar grupos para reunir a una mayoría silenciosa
que está inconforme con la posible relección de Alejandro Moreno.
Detalló que ninguno de los inconformes ha alzado la mano para participar en el proceso interno debido a que desde hace tres años se excluyó a los consejeros estatales de las decisiones del partido, y se concentraron las facultades en un consejo político nacional conformado sólo por un club de amigos
de Alito Moreno.
Para el priísta, la única forma de garantizar un proceso democrático es con una elección con el voto directo de la militancia, que sea convocada por una dirigencia interina. A la vez, insistió en la petición que hicieron ex dirigentes del partido para que las autoridades electorales dicten, como medida cautelar, la suspensión del proceso interno del tricolor.