¡Hola, queridos amigos humanos! Soy un gato Li Hua y vivo en China.
Les cuento que mi vida cotidiana aquí es todo un milagro: tan cómoda y simple como comer, dormir y jugar con mi amo.
Una curiosidad: los gatos somos viejos amigos de ustedes, ya que nos establecimos en China desde hace bastante tiempo. Una prueba reside en los cinco ornamentos de oro con forma de patas de gato desenterrados en un cementerio en las afueras de Yuncheng, provincia de Shanxi.
Se descubre que estos objetos tienen más de 2 mil 700 años de antigüedad. A menudo aparecimos en las pinturas y poemas maestros chinos. Es más, biológicamente hablando, China dispone de una gran variedad de razas felinas autóctonas, cuyos representantes típicos son los gatos como yo.
China tiene una tradición de apreciar y proteger a los gatos. Para llevarnos finalmente a sus casas, los chinos antiguos solían elegir una fecha propicia según los signos del zodiaco y preparar sal y pescados secos como regalos. Dicha costumbre se conserva hasta hoy en algunas partes de China.
Hoy día, nuestra vida resulta aún más feliz. Según el Libro blanco sobre la industria de las mascotas de China 2023- 2024, el número de los gatos de compañía alcanzó 69 mil 8 millones en 2023.
Así, superando a los perros, nosotros los gatos llegamos a ser las más populares entre todas las mascotas. Formamos ya parte de la familia china y gozamos de mucho cuidado y afecto.
Incluso los atentos dueños chinos nos dan el apodo cariñoso del “patrón gato”, mientras se definen a sí mismos como “limpiadores de cacas”.
Aquí la gente puede encontrar fácilmente las clínicas y tiendas de mascotas a lo largo de las calles; recientemente, algunos compañeros míos se han hecho influencers en Internet; la serie de artículos creativos culturales “Gato Funcionario” diseñada por el Museo del Palacio Imperial y las tazas “pata de gato” de Starbucks se viralizan… Todo esto demuestra el afecto del pueblo chino por los gatos.
Además del afecto, cabe mencionar las acciones prácticas de China para nuestra protección.
El gobierno chino ha promulgado una serie de leyes, reglamentos y documentos normativos, tales como la Ley de Ganadería, la Ley sobre la Protección de los Animales Salvajes y el Código de la Gestión de Animales de Laboratorio.
Muchas entidades locales han promulgado reglamentos sobre la gestión de la cría de perros y gatos, con sanciones claras contra el maltrato y el abandono de animales.
El Ministerio de Seguridad Pública y otros departamentos competentes han tomado medidas enérgicas contra los actos ilegales y delictivos al respecto. Se han instaurado centros de rescate de animales en muchas ciudades, y los amantes de los animales de compañía han establecido también organizaciones no gubernamentales para la protección de las mascotas.
Cabe destacar que en China condenan con dureza los casos de maltrato animal que sufren eventualmente mis compañeros, y los culpables incluso pagarán un alto precio por ello, ya que las sanciones afectarán su futura carrera de estudio o de trabajo. De hecho, aunque los incidentes lamentables puedan ocurrir en cualquier país, en el mío las “ovejas negras” de este tipo se limitan a un número muy reducido y nunca representan la corriente principal.
Apreciamos la atención de los amantes internacionales de los gatos, pero lamentamos que algunas organizaciones internacionales utilicen los llamados “casos de maltrato de gatos” para mancillar a China, o incluso que abusen de la amabilida d de los amantes de los gatos y organicen manifestaciones irrazonables ante las misiones diplomáticas chinas en el extranjero, exigiendo la intervención de otros países con intenciones ocultas.
Los “limpiadores de cacas” de buen corazón deben mantener los ojos bien abiertos y no dejarse manipular por fuerzas políticas malintencionadas. También doy la más cordial bienvenida a los “limpiadores de cacas” latinoamericanos a viajar a mi tierra natal para echar un vistazo, y así podría conocer mi vida feliz en China.
*Observador en asuntos internacionales