A cinco días de bajar el telón del Tour de Francia, el ciclismo de ruta se prepara para su próximo gran reto: los Juegos Olímpicos de París.
Tadej Pogacar, actual líder de la competencia, delinea su estrategia para la fase final del recorrido mientras mira al futuro y sueña con la obtención de una segunda presea en una justa veraniega.
Con más de tres minutos de ventaja sobre Jonas Vingegaard de Dinamarca, el esloveno aguarda las últimas etapas del Tour; competencia donde solo conoce lo que es quedar primero o segundo en las últimas cuatro ediciones.
Pogacar será una de las figuras a seguir en Francia. El pedalista se quedó con la primera medalla olímpica en el ciclismo de ruta en la historia para su país (bronce) en Tokio 2020 y sin el vigente campeón olímpico, el ecuatoriano Richard Carapaz, es uno de los favoritos al podio en París.
Egan Bernal, de Colombia será un competidor con los focos internacionales encima. El campeón del Tour en 2019 y del Giro de Italia en 2021 hará lo posible por subir al podio en sus segundos Juegos. En 2022 tras un trágico accidente se creía que no podría volver a pedalear pero su determinación lo llevará a París 2024. Actualmente ocupa el sitio 79 en el Tour debido a un cuadro gripal que afectó su rendimiento.
Philipsen se impone en la etapa 16
El belga Jasper Philipsen se impuso al esprint en la etapa 16 del Tour de Francia, este martes en Nimes (sudeste), logrando un tercer triunfo parcial desde la salida en Florencia.
Al término de un día plácido, el corredor del Alpecin-Deceuninck superó en una de las últimas oportunidades para los velocistas al alemán Phil Bauhaus (Bahrain) y al noruego Alexander Kristoff (Uno-X), mientras que Tadej Pogacar conservó el maillot amarillo de líder, con 3 minutos y 9 segundos de ventaja sobre Jonas Vingegaard.
Fue un final menos peleado de lo que podía preverse habida cuenta de probablemente no se volverán a reunir las condiciones para una llegada masiva hasta el final en Niza, por lo que los esprínteres debían quemar las naves.
A ello contribuyó el buen papel del campeón del mundo Mathieu Van der Poel como lanzador de Philipsen, pero sobre todo la caída a escasos hectómetros de meta en una rotonda del eritreo Binian Girmay, maillot verde de la regularidad, aunque logró levantarse y cruzar la línea de meta.