Madrid. Por primera vez, científicos logran demostrar la existencia de un túnel en el subsuelo lunar, un tubo de lava vacío.
Este hito en el conocimiento de la Luna fue conseguido por un equipo internacional de investigadores dirigido por la Universidad de Trento (Italia), publicado por Nature Astronomy en colaboración entre la Universidad de Padua y La Venta Geographic Explorations APS (Italia), que contribuyeron a los análisis geológicos y al modelado del conducto identificado.
Se ha teorizado sobre estas cuevas durante más de 50 años, pero por primera vez demostramos su existencia
, explica Lorenzo Bruzzone, profesor de la Universidad de Trento.
En 2010, como parte de la misión Lunar Reconnaissance Orbiter (LRO) de la NASA, el instrumento de radiofrecuencia en miniatura Mini-RF adquirió datos que incluían un pozo en mare Tranquilitatis (mar de la Tranquilidad). Años después, hemos vuelto a analizar estos datos con técnicas complejas de procesamiento de señales desarrolladas recientemente y hemos descubierto reflexiones de radar de la zona del pozo que se explican mejor por un conducto de cueva subterránea. Este descubrimiento proporciona la primera evidencia directa de un tubo de lava accesible bajo la superficie de la Luna
, señala.
Gracias al análisis de datos, creamos un modelo de una parte del conducto
, continúa Leonardo Carrer, de la Universidad de Trento: La explicación más probable para nuestras observaciones es que existe un tubo de lava vacío
.
La cueva se ubica a 400 kilómetros de donde aterrizaron Neil Armstrong y Buzz Aldrin hace 55 años en el Apolo 11, y los científicos sospechan que hay cientos de cueva más que podrían albergar a futuros astronautas, protegiéndolos de los rayos cósmicos y la radiación solar, así como de los impactos de micrometeoritos.
Se puede acceder desde el pozo más profundo conocido en la Luna, de los más de 200 descubiertos allí, y que habría sido creado por el colapso de un tubo de lava.
Los investigadores analizaron las mediciones de radar realizadas por la LRO de la NASA y compararon los resultados con los tubos de lava en la Tierra. Según los científicos, los datos del radar sólo revelan la parte inicial de la cavidad subterránea. Calculan que tiene al menos 40 metros de ancho y decenas de metros de largo, probablemente más.
Según los científicos, la mayoría de los pozos parecen estar ubicados en las antiguas llanuras de lava de la Luna. También podría haber algunos en el polo sur, lugar previsto para los aterrizajes de astronautas a finales de esta década. Se cree que los cráteres, permanentemente en sombra, contienen agua congelada que proporcionaría líquido potable y combustible para cohetes.
Durante el programa Apolo de la NASA, 12 astronautas aterrizaron en la Luna, comenzando con Armstrong y Aldrin el 20 de julio de 1969. Dado que la superficie lunar es hostil para la vida humana, construir hábitats desde cero sería desafiante y tomaría mucho tiempo; las cuevas podrían ser una opción de refugio, aunque habría que reforzar sus paredes para evitar un colapso, dijo el equipo.
Para el investigador principal de Mini-RF, Wes Patterson, del Laboratorio de Física Aplicada de Johns Hopkins, cuevas como la descubierta ofrecen una solución a la necesidad de infraestructura segura para realizar exploraciones sostenidas.