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Despertar en la IV república

14 de julio de 2024 08:11

La Fiscalía Especializada en materia de Delitos Electorales (Fisel) cumple 30 años de haber sido creada como parte de la entonces Procuraduría General de la República (PGR), con la misión de investigar y perseguir delitos electorales. En el contexto de su nacimiento, en la década de los noventa, la fiscalía electoral fue planeada como otras tantas instituciones de su época, es decir, para no ser efectiva.

Con el impulso del Pacto para la Paz, la Democracia y la Justicia, así como la buena voluntad de Jorge Carpizo, el 19 de julio de 1994 nació la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade). Tuvo como primer titular a Ricardo Franco Guzmán, especialista en derecho penal. La creación de la Fepade a un mes de la elección presidencial de 1994 respondió más bien a una cuestión simbólica. Contaba con una pequeña estructura, por lo que era imposible que tuviera una actuación relevante durante esos comicios para evitar irregularidades. El primer periodo de los trabajos fue irrelevante. Durante las elecciones presidenciales de 2000, 2006 y 2012, esta fiscalía pasó desapercibida para la ciudadanía, incluso, confundida en sus facultades con las del Instituto Federal Electoral y del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Su desconocimiento se debía a la falta de actuación ante hechos relacionados con fraudes electorales de gran escala.

Sin embargo, durante el periodo del Santiago Nieto, cobró relevancia al actuar en contra de delincuentes electorales, lo cual le costaría ser expulsado de la institución agresivamente y sin una justificación clara. A partir de 2019, y con la entrada en vigor de la autonomía constitucional de la Fiscalía General de la República, la Fisel fue reforzada. Con el apoyo de Alejandro Gertz Manero, como fiscal general de la República, esta institución ha podido cumplir con sus objetivos durante los comicios de 2021 y 2024. Ahora y dados los cambios institucionales será necesario reformar el aparato legal que le da vida para que pueda, de darse la reforma, actuar en elecciones como la de ministros, magistrados y jueces.

El futuro de la Fisel depende del desarrollo de nuestra democracia. Si la calidad de esta aumenta, pasará a tener una actuación discreta durante las elecciones, pero si las irregularidades y trampas electorales del pasado regresan entonces tendrá un papel protagónico, lo cual aunque parezca paradójico sería lamentable.

Colaboró: Mario A. Domínguez

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