Gaza. El Ministerio de Salud de la Franja de Gaza, gobernada por el movimiento islamista Hamas, anunció este sábado que el balance de muertos de un bombardeo israelí contra el campamento de desplazados Al Mawasi, subió a 90 fallecidos.
De acuerdo a autoridades israelíes, el bombardeo tuvo como objetivo al jefe militar de Hamas, Mohamed Deif.
En un comunicado, el Ministerio condenó una "masacre atroz" y reportó que murieron 90 personas, "la mitad de ellas mujeres y niños", y que 300 resultaron heridas en ese ataque en el sur de la Franja de Gaza.
Hamas señaló en un comunicado que las afirmaciones israelíes de que había apuntado a líderes del grupo eran falsas y pretendían justificar el ataque.
El Ejército israelí dijo que el ataque contra Deif también tenía como objetivo a Rafa Salama, comandante de la Brigada Jan Yunis de Hamas. Describió a los hombres como dos de los autores intelectuales del ataque del 7 de octubre que desencadenó la guerra en Gaza.
Deif ha sobrevivido a siete intentos de asesinato, el último en 2021, y ha encabezado la lista de los más buscados por el Tel Aviv durante décadas.
Al-Mawasi es una zona humanitaria designada a la que el Ejército israelí ha instado repetidamente a los palestinos a dirigirse tras emitir órdenes de evacuación de otras zonas.
El Ejército israelí publicó una foto aérea del lugar, que Reuters no pudo verificar inmediatamente, en la que decía que "los terroristas se escondían entre civiles". "El lugar del ataque era una zona abierta rodeada de árboles, varios edificios y cobertizos", señaló en un comunicado.
Un funcionario militar dijo a periodistas en una sesión informativa en línea que la zona no era un complejo de tiendas de campaña, sino un complejo operativo dirigido por Hamas y que había varios militantes más allí, custodiando a Deif.
No estaba claro si Deif había muerto. "Todavía estamos comprobando y verificando los resultados del ataque", dijo el oficial militar.
Muchos de los heridos en el ataque fueron trasladados al cercano Hospital Nasser, que, según funcionarios, se había visto desbordado y "ya no podía funcionar" debido a la intensidad de la ofensiva israelí y a la grave escasez de suministros médicos.
El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, mantuvo consultas especiales, según su oficina, a la luz de los "acontecimientos en Gaza". No estaba claro cómo afectaría el ataque a las conversaciones de alto el fuego en curso en Doha y El Cairo.
La oficina de prensa de Hamas declaró que al menos 100 personas habían muerto o resultado heridas, entre ellas miembros del Servicio Civil de Emergencias. El Ejército israelí dijo que estaba estudiando el reporte.
Un funcionario de alto rango de Hamas no confirmó si Deif había estado en el lugar y calificó de "disparate" las acusaciones israelíes.
"Todos los mártires son civiles y lo que ocurrió fue una grave escalada de la guerra de genocidio, respaldada por Estados Unidos y el silencio mundial", declaró Abu Zuhri a Reuters, añadiendo que el ataque demostraba que Israel no estaba interesado en alcanzar un acuerdo de alto el fuego.
Por otra parte, al menos 10 palestinos murieron en un ataque israelí contra una sala de oración en un campo de desplazados al oeste de la ciudad de Gaza, informaron responsables sanitarios palestinos.
Imágenes de Reuters mostraban ambulancias corriendo hacia la zona entre nubes de humo y polvo. Los desplazados, entre los que había mujeres y niños, huían despavoridos, algunos con sus pertenencias en las manos.
Testigos afirmaron que el ataque fue una sorpresa, ya que la zona había estado en calma, y añadieron que se había disparado más de un misil. Algunos de los heridos que estaban siendo evacuados eran socorristas, dijeron.
Deif, que ascendió en las filas de Hamas a lo largo de 30 años, desarrolló la red de túneles del grupo.