Londres. Barbora Krejcikova protagonizó este jueves una magnífica remontada para alcanzar su primera final de Wimbledon, mostrando una tenaz resistencia ante el implacable ataque de la ex campeona Elena Rybakina, a la que superó por 3-6, 6-3 y 6-4.
La kazaja sacó rápidamente una ventaja de 5-1 gracias a su tenis de alta intensidad para quedarse con el primer set.
Sin embargo, tras perder el primer parcial, la campeona del Abierto de Francia de 2021 rompió el saque de su rival en el sexto juego del segundo set para igualar la contienda.
Con el impulso a su favor, la checa tomó el control en el parcial decisivo, rompiendo en el séptimo juego cuando Rybakina dejó en la red un intento de dejada.
Krejcikova dispuso de tres bolas de partido antes de finalmente quedarse con el triunfo cuando Rybakina envió lejos una devolución de revés.
En el choque que abrió la actividad del día Paolini, séptima cabeza de serie, se convirtió en la primera italiana en alcanzar la final de Wimbledon tras derrotar a la croata Donna Vekic por 2-6, 6-4 y 7-6 (10-8) en la semifinal femenina más larga disputada en el All England Club.
Vekic jugaba la primera semifinal de un Grand Slam de su carrera, mientras que Paolini nunca había ganado un partido sobre hierba antes de este año.
La croata se llevó cómodamente el primer set, tras romper en el quinto juego el saque de Paolini, finalista del Abierto de Francia el mes pasado, y de nuevo en el séptimo.
Pero Paolini, animada por un nutrido contingente de italianos en el público, se mostró más agresiva en el segundo parcial, subiendo más a la red y poniendo en aprietos a Vekic. Su energía acabó dando frutos con un quiebre que le dio el set.
Las dos jugadoras intercambiaron numerosos quiebres en el parcial decisivo, en el que ambas cometieron muchos errores no forzados, especialmente Vekic, que parecía fatigada y emocionada a medida que avanzaba el partido. Lloró después de salvar el primer punto de partido de Paolini.
La croata salvó otro punto de partido y el encuentro llegó al tie-break, pero se mostró especialmente cansada, ya que cometió 57 errores no forzados en total.
Paolini, por el contrario, parecía tan enérgica como al principio y finalmente ganó la batalla de dos horas y 51 minutos para alcanzar su segunda final consecutiva de Grand Slam.
"Estos últimos meses han sido una locura para mí. Estoy intentando centrarme en lo que tengo que hacer en la pista y me encanta jugar al tenis. Es increíble estar aquí y es un sueño", dijo Paolini, que el mes pasado alcanzó las semifinales en Eastbourne.
La anterior semifinal femenina más larga en Wimbledon fue de dos horas y 50 minutos entre Serena Williams y Elena Dementieva en 2009.