Ciudad de México. Colombia, la resistencia en la cancha, derrotó a la Uruguay de Marcelo Loco Bielsa. Con un perfil discreto, pero preciso en sus actuaciones, la escuadra cafetalera celebra su retorno a una final de la Copa Améri-ca después de 23 años al vencer 1-0 a la potente garra charrúa; hazaña que logró pese a terminar el partido con 10 jugadores.
Los colombianos sólo confirmaron una jerarquía de la cual no han hecho mucho alarde: un récord propio de 28 partidos sin perder. Ahora buscarán su segundo cetro en la historia del certamen, después de ganar en 2001, cuando desafíen el domingo a Argentina, vigente campeona del torneo y del mundo.
El duelo se vio empañado por un episodio de violencia. En un acto desafortunado, Darwin Núñez y Ronald Araújo se enfrentaron a golpes con aficionados colombianos durante una pelea en las gradas.
En una versión inicial, el defensa uruguayo José María Giménez señaló que seguidores cafetaleros habían agredido a los familiares de los jugadores charrúas, por lo que entraron a defenderlos.
En el juego, Jefferson Lerma (39) acertó con un remate de cabeza, mientras el resto del plantel siguió con rigor la estrategia del técnico argentino Néstor Lorenzo para desplegar una defensa perfecta que les ayudara a asegurar el marcador tras la expulsión de Daniel Muñoz (45+1).
Bielsa recorrió el área técnica con desesperación todo el encuentro. El timonel, quien aboga por un sistema de futbol más puro y que llevó a Uruguay al resurgimiento, no pudo encontrar la clave para superar a una Colombia que sin robar reflectores ya se mostraba como un rival de riesgo.
Lorenzo, timonel que aprendió de José Pékerman cuando dirigió a Argentina y se confiesa admirador del propio Bielsa, impulsó a Colombia de manera sorprendente desde que asumió el banquillo hace dos años.
Con el triunfo de ayer, los colombianos superaron su mejor marca de 27 partidos sin conocer la derrota, la cual impusieron en 1994. El camino en la reciente Copa América también fue perfecto al empatar incluso con Brasil.
Fue una fiesta completa para los cafetaleros. El Bank of América de Charlotte, en Carolina del Norte, se tiñó de una ola amarilla de seguidores colombianos que hicieron del recinto su casa, mientras en el campo, la selección respondió con un juego preciso en ataque y defensa.
Uruguay tenía la etiqueta de favorito por su buen paso en el certamen y, sobre todo, por la guía de Bielsa, por eso una vez que sonó el silbatazo inicial, la garra charrúa no falló en su insistencia por alcanzar las redes.
El gol para Colombia sólo fue cuestión de esperar la jugada adecuada para demostrar su precisión. En un tiro de esquina de la estrella James Rodríguez, Lerma dio un salto con gran impulso para superar a la zaga uruguaya y conectar un cabezazo con el cual venció al arquero Sergio Rochet.
Una imprudencia de Daniel Muñoz al propinarle un codazo a Manuel Ugarte provocó que los colombianos se quedaran en desventaja numé-rica, después de que el silbante mexicano César Ramos Palazuelos lo expulsara al final del primer tiempo.
Pero el arrojo de los cafetaleros no radicaba en un hombre o en quedarse a la espera de los yerros del rival. Aun cuando Uruguay cerró el juego con una ofensiva feroz comandada por Núñez y el veterano Luis Suárez, le fue complicado romper la defensa del adversario, al grado de que el nerviosismo los llevó a fallar en sus disparos.
Entre la tensión y el asombro, Bielsa vio caer a su equipo, al cual rescató y buscaba llegar a la final para pelear con Argentina por el reconocimiento como el más ganador del torneo. En cambio, Lorenzo sonreía, aunque también con sorpresa; le había ganado la partida a quien consideraba su maestro y ahora está ante la puerta de hacer historia con Colombia.