San Cristóbal de Las Casas, Chis. La presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Norma Piña “se equivocó de estadio, de auditorio y de lugar” al pedir diálogo con el presidente Andrés Manuel López Obrador y la virtual presidenta electa Claudia Sheinbaum porque es el poder legislativo “el que tiene ahora toda la facultad para aprobar, modificar y deliberar”, afirmó el senador morenista, Ricardo Monreal.
“Yo creo que le faltó pulcritud constitucional a la presidenta (de la SCJN), lo digo con respeto, porque ella debió haber pedido dialogar con el poder legislativo”, agregó al ser entrevistado en Tuxtla Gutiérrez, antes de participar en el foro sobre la reforma al poder judicial. “La cancha está en el poder legislativo”, remarcó.
Reiteró que el presidente de la República “ya nada tiene que hacer, no es por otra cosa, sino que él hizo su trabajo, presentó en razón de sus facultades constitucionales una iniciativa y otras 19 más en un paquete el 5 de febrero y creo que se equivoca de tribuna o de lugar” la ministra.
“Yo creo que la ministra Piña se equivocó de estadio, de auditorio, de lugar porque el presidente presentó su iniciativa y la doctora Claudia Sheinbaum no ha presentado ninguna iniciativa. La iniciativa que estamos deliberando y analizando es la que ahora venimos a platicar”, aseveró.
Monreal manifestó que Norma Piña “debió haber dicho que los legisladores nos escuchen porque son ellos los que van a redactar y en su caso aprobar la reforma. Eso es lo que correspondería”.
Sostuvo que “lo que la ministra presidenta dice es que los escuchemos. Los estamos escuchando en los nueve foros, y en todos han estado ministros de la Corte para hablar sobre la reforma. Entonces, el poder legislativo es quien debe de escucharlos. Y por eso me parece en el caso del presidente, se encuentra a destiempo, pero es una facultad de él si los va a escuchar o no”.
Subrayó que la reforma al poder judicial “sí va a resolver de fondo el problema de la justicia en México. Creo que el poder judicial está en un mal momento, se alejó de la sociedad, se corrompió, se establecieron redes de tráfico de influencias a través del nepotismo. Ellos lo saben muy bien. Por eso los estamos escuchando”.
La reforma constitucional que planteamos, abundó, “es recuperar esos principios y valores que establece la Constitución de que los mexicanos merecemos una justicia pronta, expedita, obviamente gratuita y que tenga tiempos y períodos; que la gente tenga acceso a esa justicia y que el nepotismo, la corrupción, el tráfico de influencias, lo anquilosado de los poderes no represente ese retraso en la impartición de justicia. Ese es el propósito fundamental de la reforma que estamos impulsando”.