Pekín. Los precios al consumo de China crecieron en junio por quinto mes consecutivo, pero no cumplieron las expectativas, mientras que persistió la deflación de los precios de producción, en momentos en que las medidas de apoyo del gobierno han puesto en marcha una recuperación desigual en la segunda economía mundial.
Pekín ha tratado de reactivar el consumo tras la vacilante recuperación posterior a la crisis económica, pero persiste la preocupación por problemas más fundamentales, como la prolongada crisis inmobiliaria y la inseguridad laboral. Ello ha mermado la actividad industrial y de consumo y ha reforzado la demanda de políticas más eficaces.
El índice de precios al consumo (IPC) subió en junio 0.2 por ciento respecto al año anterior, frente al alza de 0.3 por ciento de mayo, el ritmo más lento en tres meses, mostraron el miércoles los datos de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE), por debajo del aumento de 0.4 por ciento previsto por economistas en un sondeo de Reuters.
El IPC bajó 0.2 por ciento intermensual, frente a una caída de 0.1 por ciento en mayo y un empeoramiento respecto a la caída esperada de 0.1 por ciento.
El índice de precios a la producción (IPP) cayó 0.8 por ciento en junio respecto a 2023, menos que el descenso de 1.4 por ciento del mes anterior, e igualó la caída de 0.8 por ciento prevista. La baja del IPP fue la menor en 17 meses.