Moscú. En abierto desafío a sus socios europeos, el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, cuyo país ejerce este semestre la presidencia rotatoria del Consejo de la Unión Europea (UE), realizó este viernes una “visita de trabajo” a Moscú para entrevistarse con el presidente Vladimir Putin como parte de lo que él llamó en la red social X, apenas aterrizó su avión en la capital rusa, “misión de paz: segunda parada”, unos días después de viajar con el mismo fin también de sorpresa a Kiev.
Esto provocó una avalancha de críticas de sus colegas de la Unión Europa que coincidieron en señalar que Orbán “no está facultado para negociar en nombre de los Veintisiete” miembros de la UE. Desde la radio de su país, Orbán respondió momentos antes de abordar el avión que lo llevaría a Moscú: “No puedes hacer la paz desde un cómodo sillón en Bruselas” y agregó: “Incluso si la presidencia pro tempore del Consejo no tiene mandato para negociar en nombre de la UE, no podemos quedarnos sentados esperando que la guerra termine de milagro.
Seremos una herramienta importante para dar los primeros pasos hacia la paz. De eso se trata nuestra misión de paz”.
Al comienzo del encuentro a puerta cerrada con el premier húngaro, Putin señaló –en las breves palabras iniciales que transmitió la televisión rusa–: “Entiendo que esta vez ha llegado no sólo como nuestro antiguo socio, sino también como
presidente (pro tempore) del Consejo de la Unión Europea”, una suerte de reconocimiento a Orbán que decidió viajar a Rusia en contra de la posición de la UE, que acordó al máximo nivel no mantener ningún contacto institucional con el titular del Kremlin.
“Espero que tengamos la oportunidad de intercambiar opiniones sobre la relación bilateral en esta difícil situación. Y, por supuesto, hablemos de las perspectivas de desarrollo de la mayor crisis europea, me refiero a Ucrania”, expresó Putin.
Orbán agradeció al mandatarior ruso que lo haya recibido y explicó el motivo de su visita al subrayar: “El número de países que pueden hablar con ambas partes (del conflicto armado entre Rusia y Ucrania) se reduce drásticamente, y pronto Hungría podría convertirse en el único en poder hacerlo”.
El jefe del Estado ruso le dijo al visitante que la posición de Rusia para declarar un alto el fuego e iniciar negociaciones –anunciada por Putin a mediados de junio y que exige a Ucrania el retiro de todas sus tropas de las cuatro regiones anexionadas y el compromiso de no ingresar a la OTAN, entre otras condiciones– es “ampliamente conocida”, pero podemos hablar de “algunos matices”.
En realidad, los analistas no esperan ningún avance como resultado de esta “misión de paz” del primer ministro húngaro, toda vez que el jueves anterior, al término de la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái en Astaná,
Kazajistán, Putin declinó de modo indirecto la propuesta que Orbán llevó a Kiev en el sentido de que Ucrania y Rusia declararan un alto el fuego simultáneo para poder iniciar negociaciones de paz.
Todo indica que Orbán planeó su repentina aparición en Moscú como escala camino a la ciudad de Shusha, Azerbaiyán, para participar en el cumbre informal de la Organización de Estados Túrquicos (OTS, por sus siglas en inglés), que comienza este viernes y concluye el sábado.
Según Bertalan Havasi, jefe de prensa del premier húngaro, Orbán tiene previsto sostener reuniones bilaterales con los gobernantes de los países miembros de la OTS (Azerbaiyán, Kazajistán, Kirguistán, Turkmenistán, Turquía y Uzbekistán).