Nueva York y Washington. Desde su desastroso desempeño en el debate el pasado jueves, la interrogante sobre si Joe Biden permanece o cede la candidatura presidencial demócrata ocupa toda la atención de la clase política de este país a sólo cuatro meses de los comicios nacionales.
No es buena señal que todos los días desde el jueves, Biden y su equipo han tenido que reiterar que no se va ante un coro cada vez más amplio de comentaristas, estrategas electorales y medios nacionales que han dicho que, por el bien del país, debería renunciar a su candidatura.
Ayer, él y su vicepresidenta, Kamala Harris, sostuvieron una llamada colectiva con su equipo de campaña para asegurarles que no están contemplando abandonar la contienda.
Nadie me está expulsando. No me estoy saliendo. Estoy en esta contienda hasta el final
. La Casa Blanca y figuras de la cúpula del Partido Demócrata –incluidos el ex presidente Barack Obama y Hillary Clinton– han repetido lo mismo casi cada día desde la semana pasada.
Sin embargo, Harris, entre otras figuras de la cúpula demócrata, se menciona abiertamente entre medios y analistas como posible sustituto del candidato presidencial dañado. Cada día los medios y comentaristas juegan con quiénes serían los mejores para remplazar al presidente como candidato. Entre los que se mencionan frecuentemente, además de Harris, están el gobernador de California, Gavin Newsom; la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, y el senador Sherrod Brown, y por supuesto, continúa la promoción de la ex primera dama Michelle Obama, quien ha dejado claro que no, pero que según algunas encuestas sería quien tendría la mayor ventaja sobre Trump.
Todos los mencionados se han visto obligados a decir que no están contemplando una posible candidatura, ya que lo más importante es la unidad demócrata para derrotar a Trump. Pero a veces ya dejan de mencionar el nombre de Biden al hablar de la tarea fundamental de derrotar la amenaza que representa Trump. Tampoco se pueden ocultar las discusiones entre diversos líderes demócratas y sus filas al evaluar la viabilidad dañada de la candidatura de su presidente. Algunos demócratas incluso señalan que Biden ahora podría frenar el potencial del voto anti-Trump si permanece como el candidato en torno no sólo de las perspectivas presidenciales del partido, sino también para el resto del elenco demócrata en las contiendas legislativas.
Deterioro físico y mental
Y de repente hay confesiones sobre el deterioro físico y mental de Biden de los círculos cercanos al presidente que hasta ahora rehusaban reconocer en público estas preocupaciones. Este miércoles, el New York Times publicó como nota principal un reportaje de cómo personas que han estado en privado con el presidente en las últimas semanas, y hasta meses, han notado momentos en que ha aparecido cada vez más confundido o un poco perdido, y que esos episodios parecen volverse más frecuentes, más pronunciados y más preocupantes
.
La especulación sobre si Biden se queda o se va también es nutrida por chismes ofrecidos por fuentes cercanas
al presidente, algunas obviamente con permiso, otras aparentemente no. El Washington Post reportó que en los últimos días Biden ha comentado a aliados
que reconoce que éste es un momento difícil para él y que en sus próximos actos tiene que comprobar ante los votantes que es capaz de continuar como presidente.
Pero vale recordar que fue el equipo de Biden el que propuso un debate tan adelantado, incluso con las reglas que se acordaron, justo con el objetivo de mostrar ante un público escéptico que su edad y su capacidad mental no eran factores –y fue reprobado por su propio examen.
Las voces dentro del partido instando a Biden a hacerse a un lado se multiplican. Decenas de legisladores demócratas contemplan firmar una carta pidiendo que su líder abandone su candidatura, reportó Bloomberg –dos legisladores ya se han expresado públicamente a favor de un cambio de candidato. Por otro lado, el famoso estratega político James Carville también llamó a la sustitución de Biden, entre otros.
Todo indica que los seis días desde el debate no han tranquilizado a un creciente coro de políticos demócratas, donantes y analistas que cada vez más expresan abiertamente su preocupación sobre la viabilidad de Biden como candidato. Más aún, como señala el Post, el mandatario sólo ha aparecido en público en tres ocasiones desde el debate y sólo ha hablado por un total de 22 minutos. Todos estarán observando con microscopio sus próximos actos públicos de campaña. También estarán observando las encuestas y los sondeos internos.
El primer sondeo realizado después del debate sólo ofreció más malas señales para los demócratas. La encuesta del New York Times/Siena College registró que la ventaja de Trump sobre Biden se amplió a 49 por ciento contra 43 entre votantes probables, un incremento de tres puntos.
Riesgos del remplazo a cuatro meses de los comicios
Sustituir al candidato demócrata a cuatro meses de la elección tiene una serie de riesgos, incluyendo buscar la manera de evitar divisiones dentro del partido. Aunque Biden ha acumulado muchos más delegados de los requeridos para conquistar la nominación formal de su partido como candidato, eso no sucede formalmente hasta la Convención Nacional Demócrata que se realizará en Chicago del 19 al 22 de agosto.
Esta sería la primera ocasión en décadas que un candidato presidencial de uno de los dos partidos nacionales abandonara la contienda; la última vez fue cuando Lyndon B. Johnson anunció en marzo de 1968 su retiro pocos meses antes de la convención. Por coincidencia, esa reunión, que fue una de las más tumultuosas de la historia moderna, también se realizó en Chicago.
No hay proceso específico para sustituir al candidato, pero se supone que tendría que hacerse a un lado y liberar a sus delegados a votar por otra persona en lo que se llama una convención abierta
, donde se negocia el resultado; estos son eventos muy coreografiados donde casi nunca suceden cosas no programadas.
Por supuesto, todo esto es por ahora un gran regalo a la campaña del candidato republicano Trump. Las declaraciones y comunicados han buscado poner cada vez más sal en la herida demócrata, y este miércoles la campaña acusa que demócratas, los medios masivos y el gobierno permanente
se coludieron para ocultar del público estadunidense (que) Joe Biden es débil, fracasado, deshonesto y no apto para la Casa Blanca
.
Se reporta que la banda de Trump desea que Biden siga como candidato, pero tal vez serán de los pocos que ahora prefieren que presidente permanezca como el candidato demócrata.