La Paz. El cabecilla de la paramilitar Resistencia Juvenil Cochala (RJC), Yassir Steven Molina, fue condenado hoy a ocho años de prisión por los delitos violentos cometidos durante el golpe de Estado contra el Gobierno boliviano en 2019.
Los integrantes de esa tropa de choque extremista Mario Antonio y Favio Alejandro Bascopé fueron sancionados también por el Juzgado de Sentencia número 12 de Cochabamba a seis años y seis meses.
Dos años de encarcelamiento cumplirán, en tanto, Milena Soto y Jaime Maldonado.
Sin embargo, el viceministro de Seguridad Ciudadana, Roberto Ríos, lamentó que las sanciones aplicadas no resultaron “drásticas”, de acuerdo con los crímenes cometidos por este grupo paramilitar durante las revueltas que desembocaron en el derrocamiento del Gobierno del ex presidente Evo Morales en noviembre de 2019.
“Esperábamos una sanción más drástica -expresó en conferencia de prensa-, porque había un concurso de delitos, los que más resaltaban eran organización criminal (…)”.
Agregó que el Ministerio de Gobierno evaluará la sentencia emitida este jueves con el objetivo de emprender las acciones que se entiendan pertinentes, y deploró que la autoridad judicial descartara el delito de fabricación ilegal de armas.
“Estamos aquí principalmente, no solo como autoridades, sino para dar esa seguridad a las víctimas que durante todo este proceso han recibido amenazas, humillaciones y amedrentamiento”, sostuvo Ríos.
Reprochó, asimismo, que algunos diputados opositores hayan hecho “mofa” de las declaraciones que daban las víctimas y testigos.