Moscú. Es imposible un alto el fuego en Ucrania sin alcanzar acuerdos que sean “irreversibles y aceptables” para la Federación Rusa, afirmó este jueves el titular del Kremlin, Vladimir Putin, al reunirse con periodistas rusos en Astaná, Kazajistán, una vez concluida la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS).

“No podemos ahora declarar un alto el fuego con la esperanza de que la parte contraria (Ucrania) haga lo propio. No podemos permitir que el enemigo utilice ese cese del fuego para mejorar su situación, armarse, reponer su Ejército con ayuda de una movilización forzosa y estar listo para continuar el conflicto armado”, expresó Putin así su negativa a aceptar la propuesta que formuló en su reciente visita a Kiev el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, país que ejerce este semestre la presidencia rotatoria de la Unión Europea.

Hace escasos días, con argumentos similares el presidente de Ucrania, Volodymir Zelensky, también declinó la iniciativa de Orbán de declarar un alto el fuego simultáneo para poder iniciar negociaciones que propicien un arreglo político.

Ya antes de su habitual encuentro con los reporteros, durante la reunión de jefes de delegación en el formato OCS Plus, con observadores e invitados, Putin –al indicar que Moscú está dispuesto a negociar un arreglo político en Ucrania, pero Kiev rechazó el proceso de paz (en marzo de 2022) y lo hizo, según él, a instancias de Gran Bretaña y Estados Unidos– señaló que “los acuerdos de Estambul siguen sobre la mesa y pueden ser una base para continuar las negociaciones”.

Añadió: “Estos acuerdos, alcanzados mediante los buenos oficios del presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, a quien quiero aquí dar las gracias por esto, no se han ido a ninguna parte, fueron rubricados por el jefe de la delegación negociadora de Kiev, lo que significa que, según todas las apariencias, convenían bastante a Ucrania”.

Poco después, su portavoz, Dimitri Peskov, matizó que los acuerdos de Estambul “podrían convertirse en la base de un arreglo en general, pero no todas sus disposiciones y, además, vemos que Kiev también los rechaza”.

De acuerdo con Putin, Rusia “ahora está dispuesta a continuar las conversaciones de paz”, pero no cree conveniente que se hagan a través y sólo con la ayuda de un mediador –como Moscú entiende que sugirió Zelensky a fines de junio– “porque es poco probable que ese mediador esté facultado para firmar los documentos finales, aunque siempre es bienvenida la labor de mediación como la que hizo Erdogan en el proceso de Estambul”.

Peskov volvió a salir a escena al precisar que “ni Erdogan ni nadie pueden ser mediador” debido a que Ucrania “no quiere negociar, con o sin mediador” con Rusia.

“Ucrania rechazó categóricamente el plan de paz que Putin dio a conocer en el ministerio de Relaciones Exteriores (a mediados de junio pasado). Por lo tanto, en este momento ni Erdogan ni nadie puede ser mediador”, explicó el vocero.

Ucrania, Estados Unidos y sus aliados rechazaron la propuesta de Putin que prometió decretar un alto el fuego e iniciar negociaciones si el gobierno de Zelensky se comprometía a retirar todas su tropas de los territorios anexionados de Donietsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia, si se declaraba país neutral y fuera de bloques, si renunciaba a ingresar a la alianza noratlántica (OTAN) y si Occidente levantaba todas las sanciones contra Rusia, lo cual se interpretó en Kiev, Washington y Bruselas como un “inaceptable ultimato de capitulación” para Ucrania.