Washington. Los científicos han dado a conocer los fósiles de una bestia gigante parecida a una salamandra con colmillos afilados que dominaba las aguas antes de que aparecieran los primeros dinosaurios.
El depredador, que era más grande que una persona, probablemente utilizaba su cabeza ancha y plana y sus dientes delanteros para succionar y masticar presas desprevenidas, según los investigadores. Su cráneo medía unos 60 centímetros (2 pies) de largo.
“Actuaba como una engrapadora agresiva”, dijo Michael Coates, un biólogo de la Universidad de Chicago que no participó en el trabajo.
Se analizaron restos fósiles de cuatro criaturas recolectados hace aproximadamente una década, entre ellos parte de un cráneo y una columna vertebral. Los hallazgos sobre el depredador Gaiasia jennyae se publicaron el miércoles en la revista Nature. La criatura existió unos 40 millones de años antes de que evolucionaran los dinosaurios.
Los investigadores llevan mucho tiempo examinando estos antiguos depredadores para descubrir los orígenes de los tetrápodos: animales cuadrúpedos que treparon a tierra firme con dedos en lugar de aletas y evolucionaron hasta convertirse en anfibios, aves y mamíferos, incluidos los humanos.
La mayoría de los fósiles de los primeros tetrápodos proceden de los calurosos y prehistóricos pantanos de carbón situados a lo largo del ecuador en lo que hoy es Norteamérica y Europa. Pero estos restos más recientes, que se remontan a unos 280 millones de años, fueron hallados en la actual Namibia, una zona de África que alguna vez estuvo cubierta de glaciares y hielo.
Esto significa que los tetrápodos podrían haber prosperado en climas más fríos antes de lo que los científicos preveían, lo cual suscita más preguntas sobre cómo y cuándo se apoderaron de la Tierra.
“La historia temprana de los primeros tetrápodos es mucho más compleja de lo que pensábamos”, dijo la coautora Claudia Marsicano de la Universidad de Buenos Aires, quien participó en la investigación.
El nombre de la criatura procede de la formación rocosa de Gai-As, en Namibia, donde se encontraron los fósiles, y de la fallecida paleontóloga Jennifer Clack, quien estudió cómo evolucionaron los tetrápodos.