Washington. Un legislador demócrata de la Cámara de Representantes está preparando una enmienda constitucional en respuesta al histórico fallo de la Corte Suprema sobre inmunidad, con el fin de revertir la decisión “y garantizar que ningún presidente esté por encima de la ley”.

El representante Joseph Morelle, de Nueva York, principal demócrata en la Comisión de Administración de la cámara baja, envió una carta a sus colegas en la que les informa de su intención de presentar la resolución, que pondría en marcha lo que tradicionalmente es un engorroso proceso de enmienda.

“Esta enmienda hará lo que la Corte Suprema no hizo: dar prioridad a nuestra democracia”, declaró Morelle en un comunicado.

Al referirse a Donald Trump, Morelle dijo que el expresidente “debe rendir cuentas por sus decisiones. Insto a mis colegas a apoyar mi enmienda y estar conmigo en primera línea para proteger nuestra democracia”.

Es la respuesta legislativa más significativa hasta ahora ante la decisión de esta semana de la mayoría conservadora del tribunal, que sorprendió a Washington y produjo un marcado disenso de los jueces liberales de la corte que alertaron de los riesgos para la democracia, especialmente ahora que Trump busca volver a la Casa Blanca.

El presidente de la Corte Suprema, John Roberts, escribió en el dictamen que los presidentes tienen “inmunidad absoluta” frente a procesos penales por acciones realizadas dentro de sus funciones oficiales, una decisión que pone en duda los casos del Departamento de Justicia contra Trump, incluidos sus esfuerzos por anular las elecciones de 2020.

Trump y sus aliados celebraron el fallo del tribunal, en el cual hay tres jueces nombrados por el expresidente, y su equipo de abogados actuó inmediatamente para retrasar la sentencia por su condena por delito grave en un caso no relacionado de pagos para ocultar historias potencialmente nocivas en la corte estatal de Nueva York que había sido programada para la próxima semana. El juez accedió a aplazar la sentencia hasta otoño.

El resultado prácticamente garantiza que los procesos federales contra Trump no se resolverán antes de las elecciones de noviembre, cuando probablemente se enfrente al presidente Joe Biden en una revancha en las urnas.