Ciudad de México. El anuncio de la creación de la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación, y el nombramiento de Rosaura Ruiz Gutiérrez al frente, es una oportunidad para impulsar el desarrollo de la inteligencia artificial en México, considera Enrique Cáceres Nieto, investigador del Centro de Ciencias de la Complejidad.
Explicó que para aprovecharla, el país requiere inversiones en infraestructura, conectividad, ancho de banda, así como la participación estratégica de las instituciones educativas.
Esperamos que en el sexenio que va a iniciar rescatemos la idea de humanismo en serio, y podamos hablar de un humanismo científico, que es la ciencia a favor de la humanidad. No podemos seguir con nuestras intuiciones subjetivas y personales, necesitamos modelos, y los avances que nos da la inteligencia artificial
, sostuvo en entrevista con La Jornada.
El especialista en derecho y ciencias de la complejidad planteó que ya existen esfuerzos interesantes en este rubro, por ejemplo, el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt) promovió un consorcio de inteligencia artificial que se convirtió en la Alianza de IA. Además, se cuenta con la Sociedad Mexicana de Inteligencia Artificial y hay un proyecto entre el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Tecnológico de Monterrey, el gobierno municipal de Guadalajara y C Minds, un centro de innovación industrial e inteligencia artificial.
De las legislaciones que se han hecho al respecto, mencionó una sobre estrategia de inteligencia artificial presentada en 2018, un Laboratorio Nacional de Inteligencia Artificial de 2021, la Ley Federal de Protección de Datos Personales, la Ley de Fomento de Confianza Ciudadana de 2019, a partir de la cual surgió un comité de ética y tecnologías emergentes.
Cáceres Nieto resaltó la existencia de un decreto que propone la reforma de la fracción 17 del artículo 73 Constitucional, el cual, sin meterse a contenido, establece que será competencia del Congreso de la Unión legislar en materia de inteligencia artificial, ciberseguridad y neuroderechos.
Las instituciones académicas, destacó, tienen la capacidad para jugar un papel relevante en el rubro de la modernización y mejora de las instituciones públicas a partir de la IA, y destacó que desde el Laboratorio en Constructivismo Jurídico, que él encabeza, se han desarrollado ya varios prototipos.
Una de esas herramientas ayuda a los jueces a la toma de decisiones en casos de pensión alimenticia, otra sirve para modelar el razonamiento probatorio, y una más que se planeó para visualizar el proceso actual de formación del derecho globalizado en la comunidad latinoamericana.
También hay un proyecto con el Instituto de Matemáticas Aplicadas a Sistema y otro con el C3 sobre la identificación de variables que inciden en las decisiones de operado-res jurídicos, especialmente jueces, para diseñar estrategias de intervención y modulación de sentencias, y con Conahcyt se impulsa un proyecto para los agentes del Ministerio Público en el ámbito de la procuración de justicia.