Nueva York. Víctimas de la irrupción de Hamas del 7 de octubre en Israel demandaron el lunes a Irán, Siria y Corea del Norte, alegando que sus gobiernos suministraron a los milicianos dinero, armas y conocimientos necesarios para perpetrar el ataque que precipitó la actual guerra de Israel en Gaza.
La demanda, presentada en una corte federal de Nueva York, exige al menos 4 mil millones de dólares en daños y perjuicios por “una coordinación de ejecuciones extrajudiciales, tomas de rehenes y horrores relacionados para los cuales los acusados proporcionaron apoyo material y recursos”.
La misión de Irán ante Naciones Unidas se negó a comentar sobre las acusaciones, mientras que Siria y Corea del Norte no respondieron.
Estados Unidos ha considerado a Irán, Siria y Corea del Norte como Estados patrocinadores del terrorismo, y Washington ha designado a Hamas como lo que se conoce como terrorista global especialmente designado.
Debido a que estos países rara vez acatan los fallos judiciales en su contra en Estados Unidos, si los demandantes tienen éxito, podrían solicitar una compensación de un fondo creado por el Congreso que permite a las víctimas estadunidenses del terrorismo recibir pagos. El dinero proviene de activos incautados, multas u otras sanciones impuestas contra quienes, por ejemplo, hacen negocios con un Estado patrocinador del terrorismo.
La demanda se basa en conclusiones judiciales anteriores, informes de agencias gubernamentales estadunidenses y otras, así como en declaraciones realizadas durante algunos años por funcionarios de Hamas, Irán y Siria sobre sus lazos. La denuncia también señala indicios de que los combatientes de Hamas utilizaron armas norcoreanas en el ataque del 7 de octubre.
Pero la demanda no proporciona evidencia específica de que Teherán, Damasco o Pyongyang supieran de antemano sobre el ataque. Acusa a los tres países de proporcionar armas, tecnología y apoyo financiero necesarios para que suceda el ataque.
Irán niega que haya tenido conocimiento previo del ataque del 7 de octubre, aunque funcionarios hasta el Líder Supremo, el ayatolá Alí Jamenei, han elogiado el ataque.
Irán ha armado a Hamas para contrarrestar a Israel, a quien la República Islámica ha considerado durante mucho tiempo su archienemigo regional.
Los combatientes de Hamas mataron a aproximadamente mil 200 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a unas 250 durante el ataque del 7 de octubre. En respuesta, Israel invadió Gaza y desató una guerra que ha cobrado la vida de más de 37 mil palestinos, según cifras del Ministerio de Salud de Gaza, que no distingue entre víctimas civiles o combatientes.