París. Cuenta atrás angustiosa para los organizadores de París 2024: a menos ya de un mes para la ceremonia de apertura de los Juegos, el Sena sigue sin estar listo, debido a un caudal excesivo y a altas concentraciones de bacterias.
El emblemático río que atraviesa la capital francesa debe ser uno de los grandes protagonistas de los Juegos, como imponente escenario de la ceremonia de inauguración el 26 de julio y de las pruebas de triatlón y natación en aguas abiertas.
Pese a que la lluviosa y gris primavera ha dejado paso a un inicio de verano digno de ese nombre, seco y soleado, las precipitaciones de las últimas semanas han tenido grandes consecuencias hidrológicas.
Los resultados de los análisis de la calidad del agua del río publicados este viernes por el Ayuntamiento de París y la prefectura de la región, con datos del 17 al 23 de junio, revelan un aumento significativo de la concentración de bacterias fecales con respecto a las dos semanas precedentes.
"Contexto desfavorable"
La concentración de Escherichia coli y de enterococos no debe exceder respectivamente las mil y las 400 unidades por ml de agua para que se pueda autorizar el baño, pero en el caso de la primera, al principio de la semana analizada, se llegó a un pico de 13 mil, si bien se redujo a entre 2 mil y 6 mil el fin de semana.
En cuanto a la otra bacteria, cuyos valores deben situarse entre 100 y 500 UFC/100 ml, superaron ampliamente la barrera de los mil, e incluso de los 2 mil en algunos momentos.
"La calidad del agua sigue degradada debido a un contexto hidrológico desfavorable: lluvias, caudal elevado, poca luz solar, temperaturas inferiores a las habituales en esta época y una contaminación río arriba", precisaron el ayuntamiento y la prefectura.
"Esperamos que la situación mejore esta semana teniendo en cuenta las previsiones del tiempo", añadió a la Afp la prefectura de la región parisina.
El prefecto Marc Guillaume ya había advertido el miércoles que el baño no estaría autorizado a comienzos de julio.
El tiempo apremia: además del desfile de la ceremonia inaugural, está previsto la disputa de la prueba acuática del triatlón el 30 y 31 de julio, además del 5 de agosto, y la de natación en aguas abiertas el 8 y 9 de agosto. El paratriatlón está programado para el 1 y 2 de septiembre.
En caso de precipitaciones intensas, el agua no tratada (mezcla de la lluvia y de aguas residuales) puede acabar en el río, una situación que las obras de retención inauguradas justo antes de los Juegos tienen la función de evitar.
El ayuntamiento y la prefectura precisaron que las precipitaciones caídas el 17 y 18 de junio permitieron que la represa de Austerlitz, inaugurada a comienzos de mayo, funcionara por primera vez.
Si estas infraestructuras no fueran suficientes en caso de fuertes lluvias, el plan B de los organizadores de aplazar unos días las pruebas programadas.
Hasta seis veces más de agua
El problema no es solo bacteriológico, sino también de caudal, ya que el caudal del río llegó a ser, durante la semana analizada, seis veces superior a lo habitual, con un pico de 666 metros cúbicos por segundo el domingo 23 de julio, cuando lo normal en este periodo es entre 100 y 150 metros cúbicos.
Por este motivo tuvo que aplazarse el ensayo de la ceremonia inaugural previsto para el lunes.
Si bien descendió algo después, desde el jueves se ha quedado estable en unos 430 m2/s.
Un caudal excesivo no solo es peligroso para los nadadores, sino que también pone problemas al desfile náutico previsto en la ceremonia inaugural, ya que aumenta la velocidad de las embarcaciones en las que viajarán las delegaciones y desajustará el timing de un espectáculo milimetrado.
La agencia francesa de meteorología prevé nuevos episodios de lluvia para la primera semana de julio y es aún demasiado pronto como para hacer predicciones de las tres semanas que quedarán para los Juegos.
Los organizadores quieren mantenerse "confiados" en que todo se solucione antes, pero depender de los caprichos de la meteorología siempre es un riesgo.