Madrid. El ex presidente de México Felipe Calderón habló por primera vez en público de las elecciones presidenciales de nuestro país del pasado 2 de junio, en las que su candidata, Xóchitl Gálvez, sufrió la peor derrota en la historia reciente, con más de 30 puntos de distancia con la ganadora, la futura Presidenta Claudia Sheinbaum. Calderón atribuyó la derrota a la “falta de liderazgo” del bloque opositor y la supuesta “compra de votos” diseñada, según él, por los mecanismos del poder que convirtieron los comicios en “una elección de Estado”. Esta misma idea fue la que esgrimió la alcaldesa de Álvaro Obregón, Lía Limón, para intentar “explicar” su derrota en la relección.
En un foro organizado por la Fundación Internacional para la Libertad (FIL) y por el laboratorio de ideas estadunidense Atlas Network, que está detrás de la guerra sucia en redes contra los gobiernos progresistas de América Latina, el ex presidente Calderón inició su discurso con una frase que retrató el fracaso de su estrategia en las elecciones en México, en las que insistió hasta el último día que la victoria era posible, que había encuestas que invitaban al optimismo. Así que el ex presidente afirmó: “Les debo una explicación...”
Calderón le hablaba a representantes de la derecha ultraliberal de España y América Latina, bajo el auspicio de Atlas Network y de otros foros de influencia para desarrollar las ideas que defiende hoy en día el presidente de Argentina, Javier Milei, entre otros. “En 2022 dije que México es una democracia a punto de caer y propuse un proceso de afiliación voluntaria, organizada, con reglas claras. Se trataba de transformar la llamada marea rosa en una militancia partidista y en una ciudadanía activa en política. Eso se debió haber traducido en que las más de 20 mil candidaturas que estaban en juego pudieran ser encabezadas por un líder capaz de movilizarlos a todos, pero eso desgraciadamente no ocurrió”, dijo, refiriéndose de forma indirecta a la aspirante de la coalición Gálvez.
Y a partir de esa “falta de liderazgo”, Calderón sumó más razones para el fracaso de su bloque, reconociendo, por fin, que “más allá de lo inequitativo de la competencia, la mayoría votó por Sheinbaum”. Y a partir de ahí advirtió que “fue una elección de Estado, en la que todo el Estado y su poder jugó de forma ilegal y antidemocrática en favor de una candidatura oficial. ¿Ganó Sheinbaum? Sí ¿Tuvo méritos ella en esa victoria? Pienso que sí. ¿Fue una elección de Estado? También”, aseguró.
Calderón también atribuyó la victoria de Sheinbaum a la utilización del programa Adultos Mayores para la “compra de votos” y advirtió de los riesgos de un endeudamiento excesivo del Estado para las próximas generaciones. “La tragedia del populismo gobernante, aún en democracia, es que no entienden que las deudas de hoy son los impuestos de mañana. Al elector no le importa, quiere que le den su dinero. Es un cuento de nunca acabar... El populismo subsistirá aún en democracia cuando pueda malgastar impunemente y el electorado o no lo entienda o no lo quiera entender”, afirmó.
Mientras que la todavía alcaldesa de Álvaro Obregón, Lía Limón, se sumó a las supuestas denuncias de “fraude electoral” y “elección de Estado”, al sostener que “a pesar de ser la alcaldesa mejor evaluada de la ciudad, en las recientes elecciones perdimos. Vivimos una elección de Estado en la que el uso de los programas sociales y compra de votos fue descarada. Hubo personas en las filas descaradamente comprando votos, fue muy lamentable. Hubo una votación a favor del partido en el poder de manera brutal, con un ejército de personas trabajando a su favor. Por eso nosotros presentamos casi 200 quejas que no fueron atendidas por el Instituto Nacional Electoral (INE). Lo que se vivió en México no es de festejarse. Estamos en un riesgo enorme a una regresión total a un Estado autoritario, una vuelta a los setentas”, afirmó.