Washington. La violencia armada es una crisis de salud pública, afirmó ayer el principal responsable del sector sanitario de Estados Unidos, quien publicó un exhaustivo informe en el que pide el control de las armas de fuego de largo alcance, medida que históricamente ha enfrentado una dura oposición.

El dictamen del cirujano general Vivek Murthy es el primer informe importante sobre la violencia armada elaborado por su oficina, que tiene autoridad limitada, pero desempeña una función importante en cuestiones de salud pública.

La violencia con armas de fuego es una crisis urgente de salud pública que ha provocado la pérdida de vidas, un dolor profundo e inimaginable para demasiados estadunidenses, dijo Murthy en un comunicado.

No tenemos que continuar por este camino y no tenemos que someter a nuestros hijos al horror de la violencia con armas de fuego. Todos los estadunidenses merecen vivir libres de la violencia con armas de fuego, así como del miedo y la devastación que esto trae, aseveró.

El informe cita datos gubernamentales y de otro tipo que muestran que Estados Unidos es un país atípico en cuanto a muertes y lesiones por armas de fuego, especialmente entre niños.

En los últimos años, las armas de fuego se han convertido en la principal causa de muerte entre los estadunidenses de uno a 19 años, por encima de los accidentes de tránsito, según el informe.

En 2022, 48 mil 204 personas murieron como consecuencia de las armas de fuego, incluyendo suicidios.

Un informe similar sobre el tabaco en la década de 1960 fue considerado un primer paso clave para alertar sobre su peligro, lo que en al final condujo a nuevas regulaciones y una fuerte caída en el consumo.

La Asociación Nacional del Rifle se apresuró a calificar el informe de una extensión de la guerra de la administración (de Joe) Biden contra los propietarios de armas respetuosos de la ley.