Ciudad Valles, SLP. Trescientos treinta ocho milímetros de lluvia acumulada se generaron en la estación hidrométrica Micos, del 19 al 23 de junio, tras el paso de la tormenta y los remanentes de Alberto en la Huasteca Potosina, que fue la mayor de toda la cuenca del río Valles.
La precipitación superó la media histórica para este mes de junio, de 227 mm; el volumen fue tan extraordinario que representa las tres cuartas partes de la precipitación registrada en todo el año 2019, donde cayeron 414 mm, en estación Santa Rosa.
El acumulado de lluvias permitió que el río Valles aumentara su nivel y registrara un máximo de 3.95 metros, en estación Micos, escala que no se tenía desde agosto de 2021, cuando el río alcanzó los 3.97 m. Actualmente, el caudal sigue en descenso y está en los 2.41 metros.
Las cascadas siguen activas y en su máximo esplendor.
Recordemos que la sequía excepcional, presente desde hace más de cuatro años, mantuvo el afluente en niveles críticos mínimos: en Micos, 20 cm, y Santa Rosa, 33 cm, que llevó a tomar acciones de suspensión de riego agrícola desde el mes de abril, en la cuenca del río Valles, por parte de Conagua, y de elevar los bordos en la zona del cárcamo de la DAPA.
Édgar Lárraga, presidente de la Asociación Ganadera de Ciudad Valles, informó que el campo se vio beneficiado con estas precipitaciones que vienen a dar alivio a la sequía presente en la zona, pero que no es suficiente para todo el llenado de las presas, la tierra seca la consumió. Dijo que la lluvia fue benéfica, y están alegres por esta humedad.
"Ya hay algunas presas llenas, pero aún nos falta, la sequía no ha terminado. Necesitamos que sigan las precipitaciones, la humedad registrada va a permitir que comience a prepararse el campo, ya hay algunos productores que están comenzando a tirar la semilla para empezar a sembrar pasto, en dos o tres meses vamos a ver los beneficios", declaró el ganadero.
Señaló que los productores deben estar atentos porque luego de una sequía tan extendida como la que se vivió es probable que empiecen a emerger las plagas como la langosta y el gusano medidor, por lo que hay que trabajar el doble para su erradicación.
Recomendó realizar el control biológico para su eliminación y utilizar lo menos posible los pesticidas.