Monterrey. NL. El gobierno de Nuevo León emitió una declaratoria de emergencia por los daños que causó la tormenta tropical Alberto en la entidad, a fin de acceder a los fondos federa-les para hacer reparaciones en infraestructura.

El acuerdo se publicó en el Periódico Oficial del Estado y considera a los 51 municipios, aunque enlista solamente las afectaciones en 31.

En el documento se detalla que el fenómeno meteorológico generó lluvias torrenciales e inundaciones que ocasionaron perjuicios en los sectores de vivienda, educativo, de la salud, hidráulico y, principalmente, en el urbano y carretero.

Javier Navarro Velasco, secretario general de Gobierno de la entidad, refirió que esta información se entregará a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, así como a la de Gobernación, y a Banobras, para realizar la solicitud de recursos a la Federación.

En el escrito se detalla que los municipios que tuvieron mayores daños son Abasolo, Agualeguas, Allende, Apodaca, Aramberri, Cadereyta Jiménez, Doctor González, Galeana, García, General Bravo, General Terán, General Treviño, Zaragoza, Guadalupe, Hidalgo, Mier y Noriega.

También, Hualahuises, Iturbide, Juárez, Lampazos, Linares, Los Ramones, Montemorelos, Monterrey, Parás, Pesquería, Sabinas Hidalgo, San Nicolás de los Garza, San Pedro Garza García, Santa Catarina y Santiago.

La declaratoria señala que las localidades de Aramberri, Zaragoza e Iturbide se quedaron sin accesos vía terrestre después de las lluvias intensas por el meteoro, lo que las mantiene incomunicadas.

El lunes pasado, el secretario de Infraestructura estatal, Hernán Villarreal, calculó que se requieren más de mil 500 millones de pesos para reparar los daños que dejó en Nuevo León la tormenta Alberto.

Elementos de Protección Civil de Nuevo León intentan rescatar a un caballo atrapado en la presa de Cerro Prieto, al oriente del municipio de Linares, luego de que el nivel subió tras las lluvias ocasionadas por ‘Alberto’. Foto tomada de X del gobernador Samuel García

No obstante, el funcionario puntualizó que la suma prevista únicamente incluye estragos a propiedades del estado, y aún falta calcular el monto para remediar las afectaciones en los municipios.

En este contexto, el presidente municipal de Santiago, David de la Peña Marroquín, dio a conocer que en esta demarcación la cifra requerida asciende a más de 500 millones de pesos, principalmente por el deterioro en la carretera que conecta a la Laguna de Sánchez.

Desfogan la presa El Cuchillo

En tanto, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) inició ayer, a las 14 horas, un desfogue controlado de 100 metros cúbicos por segundo en la presa El Cuchillo, ubicada en el municipio de China.

Antes de las precipitaciones que generó Alberto el embalse se encontraba a 31 por ciento de su capacidad, pero en los últimos cinco días se incrementó para llegar a 84 por ciento; por ello, siguiendo los protocolos de operación y prevención se determinó realizar las maniobras necesarias para regular su llenado paulatino.

El agua que se extraiga irá hacia el río San Juan y finalmente llegará a la presa Marte R. Gómez, en Tamaulipas; esta operación se efectuará hasta que el nivel del embalse se estabilice con el objetivo de garantizar la seguridad de la infraestructura y de la población aledaña.

De acuerdo con el Organismo de Cuenca Río Bravo de la Conagua, El Cuchillo, cuya capacidad total de almacenamiento es de mil 123 millones de metros cúbicos, la mañana de ayer contaba con 947 millones de metros cúbicos de líquido.

Las descargas, indicó la dependencia, se harán bajo condiciones controladas por el propio diseño de la presa; sin embargo, de manera preventiva, se solicitó a Protección Civil del gobierno del estado aplicar el protocolo de avisos a los municipios aledaños, como China, General Bravo, Doctor Coss y Los Aldamas, a fin de que estén atentos a los reportes de la Conagua.

Recalcó que la extracción en El Cuchillo se mantendrá hasta que queden 844 millones de metros cúbicos de agua, atendiendo las recomendaciones de la gerencia del consultivo técnico de la Conagua y se tendrá una supervisión frecuente conforme a las condiciones del tiempo en la región y las aportaciones de líquido que sigue recibiendo el embalse.