Ciudad de México. La consolidación y reordenación de las estructuras académicas del país; la vinculación de la ciencia y la innovación a la agenda de prioridades nacionales estratégicas, así como la eliminación de todo apoyo público a la “neoliberalización” de la educación superior y la investigación “deben mantenerse y profundizarse en la siguiente administración”, pues forman parte central de la nueva política de humanidades, ciencias, tecnologías e innovación, afirmó la doctora Elena Álvarez-Buylla Roces, directora general del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt).
Destacó que en su gestión hubo una inversión de más de mil 400 millones de pesos para 646 proyectos de investigación e incidencia estratégica, pues otro de los ejes que consideró deberían mantenerse en el próximo gobierno, es la vinculación directa de la academia con la población.
Lo anterior, aseguró, a través de la investigación e incidencia transdisciplinaria de los Programas Nacionales Estratégicos (Pronaces), lo que permitirá “cumplir y hacer cumplir cabalmente el derecho humano a la ciencia y su producción, en el marco de la atención los grandes problemas nacionales como causa del sufrimiento popular”.
Recordó que en el sexenio pasado, “no se destinó ni un solo peso a la convocatoria 2017-2018 para de proyectos de ciencia básica. Se dejaron todos los proyectos aprobados, e incluso, aquellos altamente calificados se dejaron si apoyo en esa convocatoria”.
Cuando llegamos al Conahcyt, agregó, “nosotros los apoyamos, e incluso, se dieron apoyos a proyectos de convocatorias de dos o cuatro años anteriores”.
La directora general del consejo, explicó también que la consolidación del proceso de reorientación de las estructuras académicas nacionales, implica fortalecer el renovado Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores; los programas de becas, y el nuevo Sistema Nacional de Posgrados (SNP), así como el apoyo continuo a la investigación de ciencia básica y frontera.
Enfatizó la importancia de mantener en la próxima administración para el sector de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación (HCTI) una política de separación de los intereses políticos y académicos de la educación superior, y de la investigación científica y humanística.
“Esta política ha ocurrido en el marco del principio de separación de los poderes político y el económico, indicado por el presidente, Andrés Manuel López Obrador, el cual es uno de los fundamentos bmás significativos de la Cuarta Transformación, al ser su instrumento más importante para el combate a la corrupción”, apuntó.
Este principio fue recuperado “rigurosamente por la Ley General en materia Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación (Ley General HCTI); de modo que, además, se pudiera dar respuesta cabal al difícil dilema que representa la neoliberalización-feudalización de la mal llamada ‘comunidad académica’, cuyo principal soporte es la universidad pública autónoma”.
Es decir, agregó, la nueva LGHCTI expresa plenamente el reconocimiento que “el pueblo de México da a la autonomía de la universidad pública, así como a su libertad plena para decidir si participará, y cómo lo hará, en la formación de la agenda nacional del Estado en materia de promoción de las HCTI para el bien público.
“Sin embargo, también establece y crea los mecanismos para impedir que las élites de la universidad pública autónoma, u otros actores académicos, capturen esta agenda o los recursos del Estado asociados a ella, y que no marquen el rumbo académico para ponerlo al servicio de sus propios intereses o de los poderes fácticos con los cuáles se han asociado en el pasado”.
Explicó que los Pronaces son la respuesta del Conahcyt a la necesidad de atender las grandes necesidades de la nación, guiados por dos grandes principios: “la reconstrucción de la soberanía popular y el fortalecimiento de la vida comunitaria plena; asimismo, significan un salto en la calidad de la agenda transdisciplinaria de las humanidades, ciencias y tecnologías vigentes”.
Además, se impulsa una orientación “novedosa, profunda y precisa” para la aplicación de la nueva Ley General en materia de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación (LGHCTI)”. Los Pronaces, aseguró, “son parte del enorme esfuerzo del gobierno de la Cuarta Transformación para poner el conocimiento humanístico, científico y tecnológico al servicio de una alianza del Estado renovado con las comunidades de hombres y mujeres conscientes y libres”.
Se busca, afirmó, que el conjunto de la sociedad “recupere sus bienes públicos y comunes constituyéndose en una fuerza social capaz de expandir los espacios comunitarios del bien-vivir y regular los excesos de los grandes poderes del mercado”.
Ejemplo de lo anterior es la transformación de la Corporación Mexicana de Investigación en Materiales S. A. de C. V. (Comimsa), para crear una nueva paraestatal: InnovaBienestar de México S.A.P.I de C.V. con la que se impulsa el desarrollo de innovaciones soberanas en beneficio de la población, y que inició con el área estratégica de dispositivos médicos, tecnologías inteligentes y de cómputo, entre otras.
Una de sus unidades de negocios, explicó, es Serimédica de México, empresa mixta con la que se cuenta con una capacidad de fabricación de 24 mil equipos médicos anuales, aunque enfatizó que InnovaBienestar podrá tener tantas unidades de negocio “como sea necesario para incentivar la innovación en diferentes ramos”, prueba de lo anterior, dijo, es el desarrollo del ventilador Ehécatl 4T, elaborado en el Centro de Ingeniería y Desarrollo Industrial (Cidesi), adscrito al Conahcyt, por lo que es una innovación cien por ciento mexicana.