Madrid. Después de cinco años de bloqueo, en gran parte por la cerrazón del derechista Partido Popular (PP), finalmente se alcanzó un acuerdo entre las dos principales fuerzas políticas españolas para la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que es el órgano de gobierno de los jueces. Este pacto entre el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y el PP provocó malestar tanto en la izquierda del arco parlamentaria como en la extrema derecha, que se quedaron fuera del reparto de sillones en las instituciones de la judicatura.

Ante las suspicacias entre ambos partidos, finalmente el acuerdo se firmó en Bruselas, bajo la intermediación de la vicepresidenta de la Comisión Europea (CE), Vera Jourová, y que suscribieron por parte del Ejecutivo de Pedro Sánchez y del PSOE, el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, y por parte del PP, Esteban González Pons, vicesecretario de Asuntos Internacionales e Institucionales. El pacto consiste en que los socialistas eligen a diez vocales y los populares a otros diez de los 20 que integran el CGPJ y serán ellos los que elijan al presidente del órgano.

Desde la izquierda de Podemos, Sumar y los partidos independentistas vascos y catalanes se lamentó que los socialistas hayan cerrado el acuerdo con la derecha, mientras que desde la extrema derecha de Vox se calificó el pacto de “traición”.