El Consejo para el Desarrollo del Pequeño Comercio y la Empresa Familiar (Concomercio) estimó que el fin del ciclo escolar representará un aumento del 60 por ciento en las ventas en negocios.
Gerardo Cleto López Becerra, presidente de la organización, señaló que en las próximas semanas, padres de familia, estudiantes y profesores de los diferentes niveles de educación realizarán fiestas y ceremonias con motivo del fin de clases, lo cual representa un “alivio” para los negocios.
Explicó que el fin de clases tiene un impacto económico diverso, condicionado por el nivel escolar, es decir, en el caso de estudiantes de educación básica (preescolar, primaria y secundaria), se identifica aumento de demanda en artículos como telas para disfraces, artículos decorativos de foamy; juguetes o artículos electrónicos para los egresados así como alimentos preparados y refrescos.
En el caso de alumnos de educación media superior y superior, el interés es diferente, pues implica la compra de anillos para los egresados, bebidas alcohólicas, renta de toga y birretes, venta de esmoquin y vestidos de noche; renta de salones de fiesta y transporte como limosina, servicios de fotografía; entre otros.
López Becerra recordó que recurrentemente los productos y servicios son adquiridos en canales de distribución cercanos a las instituciones educativas, como las tradicionales “tienditas de la esquina” o abarrotes, así como mercados públicos.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Educación Pública (SEP), el próximo 16 de julio terminará el ciclo escolar 2023-2024 para más de 24 millones 093 mil alumnos de escuelas públicas y particulares de preescolar, primaria y secundaria en México. Para el caso de alumnos de educación media superior y superior, cuya matrícula nacional es de más de 10 millones de estudiantes, el fin de clases ocurrirá en diferentes jornadas.
El líder empresarial destacó que dichas celebraciones logran impactar positivamente en negocios pequeños de giros como preparación de alimentos, salones de belleza, barberías, joyerías, zapaterías, venta de ropa, decoración, abarrotes, entre otros, los cuales experimentan aumentos en sus ventas de entre 40 y 60 por ciento respecto a una temporada tradicional.
“La actividad escolar en México no sólo tiene ver con el tema educativo; por concentrar una población de más de 35 millones de estudiantes se ha convertido en un motor económico del país, y muestra de ello no sólo es la derrama económica que se reporta por el regreso a clases, sino por los festivales y graduaciones que representan un auténtico tanque de oxígeno para millones de negocios pequeños y familiares a lo largo y ancho del país”, dijo.