La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en un hecho que es considerado “un hito” por las autoridades universitarias, reunió por vez primera sus principales acervos arqueológicos en un solo sitio: el Fondo Universitario de Arte de los Pueblos Originarios (FUAPO), conformado por 15 mil 550 piezas, en su mayoría de origen prehispánico, aunque también hay algunas de la etapa colonial.
Este importante acervo “es inédito, ya que en su mayor parte nunca ha sido expuesto”. Está integrado por 12 mil 550 vestigios pertenecientes a las colecciones William Spratling, Mario Roch, Raúl Canffer Cardoso, Ricardo Getch, Luis Lindao y Donald Cordry, que desde la década de los 60 del siglo XX se encontraban bajo resguardo de la Dirección general de Artes Visuales, así como otros 3 mil de las colecciones Stavenhagen, Molina-López y Ricardo Martínez de Hoyos, situadas en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco (CCUT).
Justamente, este último espacio fue el elegido por las autoridades universitarias como la sede de ese conjunto de bienes culturales, al ser allí donde en 2019 fue instaurado el FUAPO como parte de los trabajos de creación del proyecto del centro de interpretación Xaltilolli: Espacio de artes, memorias y resistencias, inaugurado en 2021.
En conferencia de prensa, la titular de la Coordinación de Difusión Cultural de la UNAM, Rosa Beltrán, detalló este martes que, entre este patrimonio, se encuentran piezas de estilos y regiones mesoamericanas como la zona maya, Oaxaca, la costa del Golfo, occidente, el Bajío, el norte y el altiplano central, así como algunas obras de manufactura colonial.
El trabajo de catalogación, aclaró, ha permitido reconocer trabajos de otras culturas no mesoamericanas, provenientes de sitios como Nazca, Perú, Valdivia, y otros en proceso de identificación de Ecuador y Guatemala.
Este fondo, resaltó la escritora y funcionaria, “hoy nos permite, y permitirá en lo futuro, exhibir estas piezas, investigarlas, aprender de ellas y aumentar nuestra idea sobre las culturas de los pueblos originarios”.
Entre los vestigios más antiguos se encuentran algunos datados en el año mil 500 aC y, entre las más recientes, del siglo XVI de nuestra era, precisó por su parte la arqueóloga Lucía Sánchez de Bustamante, coordinadora del centro Xaltilolli.
De acuerdo con Alesha Mercado, subdirectora académica del CCUT, los objetivos de albergar el FUAPO en ese recinto “son generar proyectos de investigación inter e intrauniversitarios; promover y gestionar la vinculación con estudiantes; facilitar la consulta pública por medio de la publicación digital de las colecciones; enriquecer las exposiciones de Xantilolli, y generar otras colaboraciones con museos nacionales e internacionales, así como visibilizar las colecciones universitarias de arte prehispánico y arqueología”.
Este fondo, subrayó la historiadora del arte y museóloga, “es un laboratorio para la investigación, así como para la formación académica en distintas disciplinas: antropología, historia del arte, restauración, museografía y otras disciplinas científicas, tanto de dependencias universitarias como otras instituciones nacionales y del extranjero”.
En la conferencia de prensa, se aceptó que, entre las citadas colecciones, se encuentran “algunas piezas que no son originales”, aunque aún no puede precisarse cuántas son.
“Es un número realmente mínimo. El corpus es bastante grande y la mayor parte de los acervos son originales. Entonces, (el de piezas no originales) es un porcentaje mínimo; exactamente cuántas, todavía no lo determinamos, pero ya estamos en ese proceso; hay algunas que son evidentemente recientes”, indicó Fernando Carrizosa, también arqueólogo del centro Xaltilolli.
“Hay otras que serán determinadas con especialistas, justamente en los procesos de investigación, gente especializada por regiones culturales, por ejemplo; ello nos ayudará a determinar si las piezas son o no originales”.