París. El presidente francés, Emmanuel Macron, aseguró este lunes que los programas electorales de sus rivales de extrema derecha y de izquierda radical conducen a la "guerra civil", después que el líder ultraderechista Jordan Bardella se dijera "preparado" para gobernar.
"La respuesta de la extrema derecha" en términos de inseguridad, "remite a la gente a una religión o a un origen" y es así como "divide y conduce a la guerra civil", declaró el mandatario centrista en el podcast "Génération Do It Yourself".
Por otro lado, La Francia Insumisa (LFI, izquierda radical) propone "una forma de comunitarismo... un poco electoral", "pero que también tiene detrás la guerra civil, porque ante todo remite a las personas exclusivamente a su pertenencia religiosa o comunitaria", agregó.
Sus declaraciones tuvieron lugar a seis días de la primera vuelta de las elecciones legislativas en Francia, que Macron adelantó inesperadamente tras la victoria del partido ultraderechista Agrupación Nacional (RN) en los comicios europeos en Francia el 9 de junio.
"Estamos preparados" para gobernar, aseguró horas antes Bardella, estrella emergente de la extrema derecha a sus 28 años y su candidato a primer ministro, si logra la mayoría absoluta en las elecciones legislativas más inciertas de la historia reciente de Francia. El balotaje está previsto el 7 de julio.
"El RN no está preparado para gobernar", reaccionó en la radio Europe 1 el primer ministro centrista, Gabriel Attal, para quien se trata de "un partido de oposición y no uno de gobierno".
RN y sus aliados lideran los sondeos en las legislativas con alrededor de un 35% de intención de voto, seguidos de la coalición de izquierdas Nuevo Frente Popular (NFP), que incluye LFI, --entre un 27% y un 29,5%-- y la alianza centrista de Macron --en torno al 20%--.
En la presentación de su programa, Bardella reiteró las grandes líneas de su movimiento sobre la seguridad y el control de la inmigración y prometió un "'big bang' de la autoridad" en la escuela, proponiendo el uso de uniformes, la obligación de hablar de usted a los profesores y la prohibición de los celulares en los centros educativos.
"Siete años de macronismo han debilitado el país", aseguró Bardella, quien reiteró sus planes para expulsar a los extranjeros condenados por delitos y recortar los gastos "que favorecen la inmigración".
Para intentar atraer a los electores de derecha descontentos con Macron, el candidato a primer ministro de RN atacó el balance económico del gobierno centrista, cuya deuda y déficit públicos superan los límites europeos.
Y criticó también el programa del NFP, ya que en su opinión provocará que se dispare la inmigración y una profunda crisis económica. Francia se convertirá en "Venezuela, pero sin petróleo", agregó.
"Muy vigilante" con Rusia
Sobre la política internacional, el candidato a primer ministro aseguró que, en caso de llegar al poder, mantendría el apoyo de su país a Ucrania, pero se opondría al envío de misiles de largo alcance y al de tropas francesas a suelo ucraniano.
Aunque sus detractores consideran a RN como cercano al presidente ruso, Vladimir Putin, Bardella aseguró que su eventual gobierno se mantendría "muy vigilante" a los "intentos de injerencia de Rusia", que consideró una "amenaza para Francia y Europa".
Y sobre el conflicto entre Israel y el movimiento islamista Hamás en la Franja de Gaza, estimó que "reconocer hoy un Estado palestino sería reconocer el terrorismo". Francia acoge la principal comunidad judía de Europa.
Pese a los temores sobre la llegada de la extrema derecha al poder, el actual eurodiputado intentó mostrarse tranquilizador y se presentó como el primer ministro de "todos los franceses" y el "garante de las instituciones" frente al "desorden" y la "violencia".
Macron, cuyo mandato termina en 2027, provocó un sismo político en Francia con el inesperado adelanto electoral, que podría obligarlo a compartir el poder con un gobierno de otro color político en una cohabitación.
"Nuestro apoyo a Ucrania sigue y seguirá siendo constante", aseguró este lunes el mandatario tras reunirse con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, subrayando la "inequívoca determinación [de Francia] de permanecer junto a los ucranianos a largo plazo".