Ciudad de México. El poeta español Luis García Montero ganó el Premio Internacional Carlos Fuentes a la Creación Literaria en el Idioma Español 2024, informaron la Universidad Nacional Autónoma de México y la Secretaría de Cultura federal.
El jurado, integrado por Beatriz Espejo, Rosa Montero, Elena Poniatowska, Élmer Mendoza y Fernando Fernández, decidió por mayoría entregar el reconocimiento al escritor andaluz por su extraordinaria capacidad de convertir la vivencia individual en una experiencia colectiva, así como por la belleza, finura y precisión de su lenguaje
, según un comunicado.
García Montero señaló en entrevista con La Jornada que su escritura nació de la creencia de que un poema de amor en el respeto y en la libertad entre los sexos era tan comprometido como defender una huelga general contra una injusticia del gobierno
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García Montero (Granada, 1958) sostuvo que su relación literaria y poética con México fue muy fuerte
desde la primera vez que vino y comió en casa de Octavio Paz.
Añadió que desde su formación admira la poesía mexicana, y más que la de Paz, tiene presente a Jaime Sabines, José Emilio Pacheco, Cristina Pacheco y poetas coetáneos con los que ha convivido.
El escritor estuvo en México hace unos días para recibir el Reconocimiento a la Excelencia en Letras y Humanidad 2024, que otorga la Cámara de Diputados, y firmó un convenio de colaboración entre el Instituto Cervantes, que dirige, y el Espacio Cultural San Lázaro.
En México se pueden encontrar sus títulos en sellos como Tusquets, Visor Libros y Anagrama.
El poeta se refirió a los 85 años de la llegada del barco Sinaia a Veracruz con refugiados españoles, un país de acogida importantísimo no sólo para intelectuales, como José Gaos, Luis Cernuda, José Moreno Villa y don Juan Negrín, presidente de la república española
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Añadió que aquí se recibió a los niños de Morelia, que estaban muriendo en los bombardeos que el fascismo estaba haciendo sobre Madrid y Barcelona. Es lo que está ocurriendo ahora en Gaza. En actos de barbarie me emociona recordar los hechos de dignidad humana y la ayuda que se prestó entonces
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El autor de Completamente viernes continuó: Seguimos conviviendo con el autoritarismo, la miseria, la injusticia, la violación de los derechos humanos, lo que pasa en Ucrania y en Palestina, y por eso debemos aprender las lecciones de dignidad que se dieron con la hospitalidad del exilio español en México
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García Montero, quien en su juventud militó en el Partido Comunista de España y en la federación Izquierda Unida, mencionó que en su país la cultura democrática se funda en la reivindicación de las grandes personalidades del exilio
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Comentó que vivimos un momento en el que “se intenta criminalizar la llegada de migrantes y se quiere caricaturizar a la gente que viene de fuera, al decir que son unos delincuentes que ponen el peligro la seguridad de un país y se olvidan la dignidad humana y los derechos humanos. Por otra parte, sigue habiendo exilio.
Colaboramos desde el Instituto Cervantes con Sergio Ramírez, Gioconda Belli y gente que no es que haya sido desterrada de Nicaragua, sino que el gobierno ha decretado que ya no son nicaragüenses; eso no se atrevió ni hacerlo Franco con los republicanos españoles. Y después hay mucha gente que huye de la pobreza. El mar Mediterráneo se llena de cadáveres de gente que intenta llegar a las costas europeas para mejorar su vida.
La canción
En torno a la vinculación de la poesía y la música, expuso que ese género literario ha estado de la mano con la canción desde la Edad Media. “Cuando los poetas nos ponemos muy pedantes y se nos olvida que escribimos, como decía Rubén Bonifaz Nuño, para el que está trabajando en la acera de enfrente (…), cuando la poesía ha empezado a separar sus lenguajes del lenguaje de la gente, la mejor manera que ha tenido para comprender ese error ha sido abrir las ventanas y dejar que entren la música y la canción popular”.
Reconoció que en su formación han sido igual de importantes los poetas, los cantantes y autores de canciones. “Mis maestros fueron Paco Ibáñez, Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina, quien es más un hermano un poco mayor que yo y a través de él aprendí a amar mucho la música mexicana.
“Le he robado versos sin que nadie se dé cuenta a José Alfredo Jiménez, pero cuando alguien dice ‘cuántas luces dejaste encendidas, yo no sé cómo voy a apagarlas’, me está explicando lo que es una pérdida. He aprendido mucho de autores como él, de la música que cantaba Chavela Vargas y del tango.”
El poeta ha sido reconocido con los premios Federico García Lorca, Adonais, Loewe de Poesía e Internacional de Poesía Ramón López Velarde. También ha recibido la Medalla de Oro de Andalucía y varios doctorados honoris causa.
Explicó que la poesía intenta buscar en la palabra cosas que afecten a la emoción, crear espacios de hospitalidad. Cuando yo quiero escribir un poema de amor o sobre una muerte que me ha afectado, caería en una trampa si lo que cuento es sólo lo enamorado o lo dolorido que estoy. Tengo que pasar de mi yo biográfico a un yo literario, para que se cree una emoción que llegue al lector, y cuando él lea el poema piense en su amor o en sus muertos
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Concluyó que así se crea un espacio público de bien común, donde el autor y el lector construyen un hecho literario, el de la lectura, donde el autor se reconoce a sí mismo al pensar de qué modo puede pasar de una experiencia biográfica a una literaria; se mira desde fuera y se reconoce con conciencia de lo que le está pasando y cuando el lector se acerca al autor
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