Ante la inminente llegada a la Presidencia de la República de la ganadora de las elecciones, Claudia Sheinbaum Pardo, las fuerzas armadas “están preparadas” para tener una comandanta suprema, aseveró el mandatario federal, Andrés Manuel López Obrador.
A poco más de tres meses del relevo en la titularidad del Ejecutivo federal, el tabasqueño consideró que el Ejército y la Marina “son muy leales y disciplinados”, por lo que confió en que no habrá problemas para que sigan las órdenes de su primera comandanta suprema.
Ante pregunta al respecto en la mañanera, el mandatario respondió: “Veo a Claudia muy fuerte, pero además (las fuerzas armadas) son muy leales, disciplinados, tanto en la Marina como en la Defensa”.
Afirmó que a lo largo de su sexenio él no ha tenido ningún problema con el actuar de las fuerzas armadas.
“Nadie me dice no estamos de acuerdo o déjeme ver porque no vaya a ser que no les guste a oficiales, a la tropa, no, no. Es comandante supremo el presidente y son muy leales, muy disciplinados, por eso es un ejército distinto”.
López Obrador destacó que conoce muy bien a su próxima sucesora. “No es tolerante a la indisciplina, al autoritarismo y a la deshonestidad. O sea, no acepta eso”.
Reiteró que a lo largo de su administración las fuerzas armadas lo han apoyado y “han sido clave” para la atención a la población, la distribución de más de 200 millones de dosis contra el Covid-19, el desarrollo de obras públicas, la lucha contra la delincuencia organizada y la garantía de la paz en territorio nacional, así como para la creación y operación de la Guardia Nacional.
Por ello, criticó que haya sectores que “han querido socavar sin pruebas” a las fuerzas armadas, y en especial al ejército.
“Eso tiene que ver porque no se han dejado manejar por quienes antes dominaban desde el extranjero, muchos casos son venganzas, porque es una práctica perversa, mafiosa, decir en otros países necesitamos tener presidentas, presidentes débiles, para que podamos nosotros poner nuestras condiciones. Hay presidentas, presidentes Congresos, que tienen 10, 20 por ciento de aceptación de sus pueblos, y ahí están, porque los necesitan así, débiles para que los manejen como títeres. Y lo mismo las instituciones, si hay instituciones socavadas por la sospecha de la represión, de la corrupción, pues son instituciones susceptibles a ser manejadas desde fuera”.