Ciudad de México. Los ingresos proyectados por Petróleos Mexicanos (Pemex) para al menos las próximas dos décadas apenas alcanzan a cubrir una cuarta parte de la deuda actual de la compañía. Cifras que, además de poner en perspectiva la sostenibilidad financiera de la empresa, exhiben que no se ha abordado la transición energética como una oportunidad de negocio para la principal empresa pública de México, señaló Ricardo Cantú Calderón, investigador asociado en ingresos y deuda del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
En conferencia, Cantú Calderón destacó que de acuerdo con lo reportado por Pemex a la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC, por su sigla en inglés), los ingresos futuros que la empresa proyecta hasta 2046 representan 26.2 por ciento de su deuda actual –hasta marzo los pasivos alcanzaron 101 mil 499 millones de dólares–, lo que evidencia un modelo de negocio hasta ahora insuficiente para revertir esta tendencia.
La deuda de la empresa dista de ser cubierta en los próximos 23 años –según las cifras consignadas por Cantú Calderón–, mientras la producción de hidrocarburos ha disminuido 35.8 por ciento desde 2014 y se estima que las reservas petroleras se agotarán en 12.4 años. El investigador enfatizó que la situación de la petrolera puede agudizarse otro tanto mientras no se haga una discusión amplia, de largo plazo, sobre su situación y las implicaciones que tiene.
“No vemos un debate público de qué va a pasar con Pemex una vez que se acabe el petróleo, ¿qué va a pasar con esos activos, qué va a pasar con esos pasivos, qué va a pasar con los pozos, qué va a pasar con las pensiones, con el sistema fiscal, con todo esta inercia de país de extracción de hidrocarburos? No hemos hecho la transición de ahora ser, no de extracción, sino de transformación”, enfatizó el investigador.
Las métricas fiscales de la compañía han reflejado algunas mejoras en la deuda real, debido en parte a la apreciación del peso contra el dólar, pero Pemex sigue siendo la petrolera más endeudada del mundo. De tal dimensión son sus pasivos, que Rogelio Ramírez de la O, quien se mantendrá como secretario de Hacienda y Crédito Público la próxima administración, reconoció que “no se puede tapar el sol con dedo” y la restructura financiera de la empresa “tomará años” (bit.ly/4er4oT8).
También a inicios de mayo, en una convocatoria del banco BBVA, la entonces candidata y ahora virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum, reconoció que se tendrán que refinanciar los pasivos de Pemex que vencen el próximo año; también que se tendrá que involucrar al Banco de México en esta discusión y expuso que la petrolera tiene oportunidad de diversificar sus negocios de cara a la transición energética.