Boston. Fue el mismo día, 17 de junio, pero de 2008 cuando los Celtics de Boston habían ganado por última vez un título de la NBA. Desde entonces la sequía se prolongó de forma dolorosa.
Por fin terminaron con esa racha de 16 años al vencer con un rotundo 106-88 a los Mavericks Dallas en el TD Garden de Boston ante casi veinte mil asistentes, para finiquitar las Finales de la NBA por un global de 4-1.
La franquicia verde suma así 18 anillos y rompe el empate que mantenía con Lakers de Los Angeles para volver a ser la más ganadora de la historia de la liga de basquetbol estadunidense.
"Oh, Dios mío, lo hicimos. Es una sensación surrealista. ¡Lo hicimos!", clamó en la pista un emocionado Jayson Tatum, el líder de los Celtics y figura de esta noche memorable en el TD Garden con 31 puntos y 11 asistencias.
Del lado de los Mavericks, la gran sorpresa de estos playoffs, Luka Doncic cerró las primeras Finales de su extraordinaria carrera con 28 puntos y 12 rebotes.
La paliza que recibieron el viernes en Dallas, donde fueron aplastados por 38 puntos de ventaja, no afectó la moral de los Celtics, decididos a aprovechar su segunda oportunidad frente a sus aficionados.
La corona 18 de Boston, en 23 Finales disputadas, restaura el orgullo de una franquicia que, después dominar la NBA durante décadas, apenas había colgado una bandera de campeón desde el último título del mítico Larry Bird en 1986.
En ese periodo, los Lakers les habían dado alcance en la cima con ocho triunfos, el último de ellos en 2020.