La Iglesia católica llamó a hacer esfuerzos para garantizar que cada niño y niña tengan acceso a la educación y a una vida libre de explotación laboral, a través de políticas públicas que protejan y promuevan los derechos de la infancia, así como reforzando la atención y cuidado de los padres hacia ellos.
En el editorial del semanario católico Desde la fe, la Arquidiócesis Primada de México recordó que el 12 de junio se conmemoró el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, y dijo que es una realidad complicada que a diario enfrentan millones de niños y niñas.
Recordó que la Organización Internacional para las Migraciones reportó que han crecido en más de 160 por ciento los casos de niños que han sido ocupados como guías para cruzar a indocumentados.
“En lugar de llevar consigo las cicatrices de las caídas en bicicleta y las lecciones académicas, son las burlas, el rechazo, las miradas crueles, las palabras hirientes y las actitudes violentas las que marcan a millones de niños desde una edad temprana”, señaló.
Agregó que al menos 3.7 millones de niños, niñas y adolescentes en México están atrapados en el trabajo infantil, según la Encuesta Nacional del Trabajo Infantil y de acuerdo con la agencia de las Naciones Unidas, el fenómeno está creciendo debido al aumento de la pobreza absoluta entre las familias (ONU, 2024).
La situación es delicada en estados como Guerrero, con una tasa del 24.5 por ciento, y Chiapas con el 20.8 por ciento, donde niños de 11 o 12 años, que aún no saben leer ni escribir, se ven obligados a trabajar para sobrevivir, señaló.