Ciudad de México. Casi una tercera parte de la población de la capital del país, poco más de 3 millones de habitantes, entre niños, personas con discapacidad y adultos mayores, requieren de servicios de cuidados, señala un diagnóstico que realiza el Consejo de Evaluación de la Ciudad de México (Evalúa CDMX).
Al señalar que hay una crisis no sólo a escala nacional, sino internacional, en cuanto al establecimiento de sistemas de cuidados, el estudio –que continúa en su fase de realización– identifica 421 zonas de la ciudad donde se requiere ampliar esos servicios, ya que la oferta pública es insuficiente y no hay acceso a ellos.
Con base en datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, indica que alrededor de 3 millones de personas se desempeñan como cuidadores no remunerados, de los cuales 1 millón 800 mil personas, en su mayoría mujeres, dedican más de 10 horas semanales a dicha actividad –entre ellos casi 300 mil adolescentes–, que tiene un valor superior a 10 por ciento del producto interno bruto local.
Si bien se reconoce que en la ciudad hay avances importantes para la construcción de un sistema local de cuidados, que mandata la Constitución capitalina, por ejemplo, para los infantes hay diversos centros de atención, entre guarderías y estancias, pero hay una cobertura limitada para menores de cero a dos años; además, los servicios se concentran en las alcaldías centrales.
Detalla que en las zonas periféricas y áreas limítrofes de demarcaciones como Gustavo A. Madero, Iztapalapa, Cuajimalpa, Magdalena Contreras, Xochimilco y Tláhuac, hay un gran déficit de oferta pública de servicios de cuidado infantil
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De esta manera, se tienen identificadas 211 zonas prioritarias para la ampliación de servicios públicos de cuidado infantil, aunado a que la oferta para personas con discapacidad, así como adultos mayores también es limitada, ya que se detectaron 110 zonas en las que se requiere extender estos servicios.
En las primeras conclusiones presentadas el 6 de junio, se establece que la Ciudad de México enfrenta un proceso de envejecimiento y transición demográfica, por lo que es necesario crear espacios de atención multifuncionales para distintos grupos de edad y advierte que hay un riesgo de subutilización de la infraestructura social creada hasta ahora.