Sao Paulo. El Banco Mundial (BM) emitirá un nuevo bono con el que espera recaudar unos 200 millones de dólares para apoyar los esfuerzos de reforestación en la selva amazónica de Brasil, anunció el jueves el organismo, eligiendo al gigante bancario HSBC para estructurar la transacción.
El bono con el capital protegido financiará iniciativas de reforestación seleccionadas por la empresa brasileña Mombak, que compra tierras degradadas a agricultores y ganaderos o se asocia con ellos para replantar especies autóctonas en la mayor selva tropical del mundo.
El modelo de negocio de Mombak genera créditos de eliminación de CO2 que pueden venderse en los mercados de carbono. Una parte de la rentabilidad prevista de los bonos estará vinculada al valor de los créditos generados por los proyectos, dijo el prestamista internacional.
“Esta transacción es una continuación de este mercado que estamos intentando desarrollar”, dijo a Reuters el vicepresidente del BM, Jorge Familiar, refiriéndose al modelo de “bonos de resultados” que el banco lanzó a principios de esta década.
Estos bonos, según el prestamista, permiten a los inversores apoyar proyectos sostenibles específicos y sus resultados. Aprovechan el capital privado y transfieren el riesgo de los resultados del proyecto a los inversores, que se ven recompensados si las actividades tienen éxito.
Iniciativas similares del BM incluyen un bono de 100 millones de dólares para financiar proyectos de reducción del plástico en Ghana e Indonesia y un bono de 150 millones de dólares para apoyar los esfuerzos por aumentar la población de rinocerontes negros en peligro de extinción en Sudáfrica.
Mombak, que cuenta con el respaldo de inversores como Bain Capital y AXA y ha vendido créditos de carbono a empresas como McLaren y Microsoft, espera que la medida cambie las reglas del juego de la incipiente industria de eliminación de carbono en Brasil.
Considerado arriesgado por muchos inversores, el sector se ha enfrentado a dificultades para conseguir préstamos que reduzcan el costo del capital y financien las costosas operaciones, ya que las empresas necesitan comprar terrenos y plantar árboles, afirmó Peter Fernández, cofundador de Mombak.
“Se necesita mucho dinero para reforestar, y como es algo tan nuevo, el costo del capital es bastante alto”, señaló, añadiendo que la transacción podría ayudar a desbloquear los mercados de deuda para otras empresas del sector.
Los detractores de los mercados de compensación de carbono, entre ellos Greenpeace, afirman que permiten a los emisores seguir liberando gases de efecto invernadero.
Por otra parte, la CFI del BM y el BID Invest del Banco Interamericano de Desarrollo informaron que 22 nuevos bancos y otros tipos de empresas financieras, incluidas Citi y Visa, se habían unido a la Red Financiera Amazónica que los dos bancos de desarrollo lanzaron a finales del año pasado. El total asciende a 46.