El Departamento de Estado de Estados Unidos instó ayer a la virtual presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum Pardo, a que la reforma judicial que debatirá el Congreso mexicano respete las inversiones extranjeras previstas en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (T-MEC)
“Continuaremos insistiendo, sea cual sea el futuro régimen legal en México, en que todos los firmantes del TMEC acaten las disposiciones de protección de la inversión extranjera en ese acuerdo”, declaró el subsecretario de Estado de Estados Unidos para el Hemisferio Occidental, Brian Nichols.
Nichols respondía así a una pregunta respecto a las reformas judiciales del Presidente Andrés Manuel López Obrador durante una comparecencia ante el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes de Estados Unidos sobre “la rivalidad entre las grandes potencias en América Latina”.
Nichols señaló que México, es un “país soberano”, y por lo tanto, “tiene procedimientos a través de los cuales pueden cambiar su marco jurídico”. Agregó:“creemos que la transparencia judicial es vital para todos los inversionistas, sean inversionistas nacional o internacionales, particularmente aquellos de Estados Unidos y Canadá como socios del T-MEC”.
Cuestionado sobre cómo lograr que el próximo gobierno de México facilite la relocalización de empresas, conocida como nearshoring, Nichols subrayó que Sheinbaum es científica de profesión y confió en que “demostrará con hechos la importancia de este tema será convincente para ella”.
Aunque algunas de las preguntas de los diputados sobre las intenciones de México parecieron hostiles al nuevo gobierno vecino, el presidente republicano del comité Michael McCaul inició la audiencia señalando que conoció a Sheinbaum. “Fui allá a México para hablar con la entonces candidata Claudia Sheinbaum sobre maneras de trabajar conjuntamente sobre el fentanilo e inmigración. La felicito por su elección. Espero que tome en serio el asunto migratorio y del fentanilo”.
El mandatario saliente Andrés Manuel López Obrador aspira a que la reforma judicial se apruebe en septiembre, una vez que se haya instalado el nuevo Congreso, con amplia mayoría de Morena, una profunda reforma que, entre otras cuestiones, busca que los miembros de la Suprema Corte sean elegidos mediante votación popular. La primera sería en julio del año próximo para elegir a más de mil 600 puestos en la magistratura.
Sheinbaum, que asumirá el poder el 1 de octubre, ha expresado su apoyo a la reforma de su predecesor, pero ha pedido también que haya una “discusión amplia” sobre el tema que involucre a colegios de abogados, escuelas de derecho y jueces.