Teotihuacan, Méx. Cinco grandes boquetes, hasta ahora con una profundidad de cuatro metros, han sido excavados en la cima de la plataforma adosada frente a la pirámide de la Serpiente Emplumada, en la Zona Arqueológica de Teotihuacan, de donde han sido extraídas toneladas de rocas.
Los trabajos forman parte de la construcción del sistema de protección integral y cubierta de la pirámide de la Serpiente Emplumada para detener el acelerado
proceso de deterioro que se ha registrado en los últimos 19 años en dicho templo.
Desde hace días, arqueólogos y especialistas comenzaron la excavación de grandes pozos, en la cima de la plataforma adosada frente a la pirámide, delante del barandal que sirve para observar la estructura piramidal, lo que ha causado expectación e inconformidad entre los turistas.
La perforación más grande se ubica en medio de la plataforma de unos tres metros de largo por dos metros de ancho y una profundidad de cuatro metros; las otras cuatro están a un costado y tienen un ancho de dos metros por dos de largo.
Alejandro Sarabia, arqueólogo encargado de las exploraciones y salvamento, confirmó que los pozos son para la cimentación de la cubierta y que la responsable de la obra es la Coordinación Nacional de Arqueología.
Como lo reportó en su momento La Jornada, en septiembre pasado empezaron las labores con el objetivo de crear el sistema de protección integral y cubierta, que consistió primero en instalar una máquina perforadora para el estudio de mecánica de suelos, justo del lado derecho, entre los dos cuerpos arqueológicos.
La máquina de unos 10 metros de altura fue instalada con grandes tubos y varias mangueras.
Hace casi dos años, autoridades del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) informaron que la empresa Estudios Dos Puntos Arquitectura ganó la convocatoria de concurso internacional para el diseño del sistema de protección integral de la pirámide de la Serpiente Emplumada.
En aquel momento, el director general del INAH, Diego Prieto Hernández, señaló que se esperaba culminar la construcción en 2024, con un costo estimado en más de 50 millones de pesos.
Por su parte, Javier Moctezuma, representante de la empresa ganadora, explicó que la estrategia estaba dirigida a cubrir y proteger la fachada de la Pirámide del Sol de lluvia y granizo, controlar su humedad interna, redirigir el agua, mejorar la absorción del suelo, así como disminuir la velocidad del viento para evitar las erosiones y, finalmente, seguir con los trabajos de conservación, conformación y monitoreo que se requieren antes, durante y después de los trabajos proyectados.
Apuntó que la cubierta cubrirá una superficie de la pirámide de 700 metros cuadrados, con 30 metros de largo por 26 metros de ancho y se utilizará un material sumamente liviano llamado ETFE, que es 10 veces más ligero que el vidrio y tiene más durabilidad.
Destacó que se proyecta que el material tenga 30 años como mínimo de durabilidad y que es de fácil de mantenimiento, ya que es una membrana plástica en la que la suciedad resbala con la primera lluvia.
Y agregó que la cubierta propuesta tiene la característica de estar solamente apoyada en la pirámide adosada, esto hace que no se toque la pirámide. La estructura tiene la virtud de ser reversible, ligera, eficiente con bajo impacto en cimentación, resistente al sismo y al viento. Requiere poco mantenimiento y crea la máxima protección con los mínimos elementos. Es de bajo impacto visual y prácticamente no se visualizará a menos de que lleguemos a los laterales de la pirámide
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