Al Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) le han tocado cinco pandemias: tuberculosis, tabaquismo –que no es enfermedad infecciosa–, VIH, influenza A/H1N1 y SARS-Cov-2, causante del covid-19, lo que le ha dado el conocimiento y experiencia para identificar pacientes con enfermedades graves y atípica desde que llegan al área de urgencias, afirmó su directora, Carmen Hernández Cárdenas.
Por eso, el hallazgo de la primera persona con influenza aviar A/H5N2 no fue una casualidad, además de que el hombre ya era paciente del INER, pues meses atrás había sido sometido a una cirugía. Por eso vino, llegó con muy baja saturación de oxígeno, falla renal grave y otras enfermedades
. Con los datos obtenidos hasta ahora, es factible decir que la causa de su deceso no fue el virus A/H5N2, sostuvo.
En entrevista, Hernández comentó que la detección de la cepa fue posible por el nivel de formación de los especialistas y la existencia de protocolos de atención, los cuales se fortalecieron desde 2009, con la pandemia de influenza A/H1N1. En el INER hay expertos en las pruebas de laboratorio de reacción en cadena de la polimerasa (PCR) y la secuenciación genética de virus en el laboratorio de microbiología.
De ahí que aunque todos los días llegan al instituto muchos pacientes con síntomas de enfermedades respiratorias, los médicos pueden identificar cuál es diferente y realizar una evaluación específica.
La directora del INER puntualizó que el estudio realizado en Japón en 2005, encontró que trabajadores en granjas de aves tenían anticuerpos contra el virus A/H5N2, esto es, que en algún momento lo adquirieron, no presentaron síntomas y desarrollaron inmunidad frente a la infección.
Eso se documentó, mientras el caso localizado en México fue el primero en que mediante secuenciación genómica se confirmó la presencia del virus en el paciente.
Por separado, José Luis Sandoval, presidente de la Sociedad Mexicana de Neumología y Cirugía de Tórax, subrayó que hasta ahora no existe transmisión de A/H5N2 entre seres humanos. Eso se ratificó con todas las personas que estuvieron en contacto con el hombre que falleció en el INER y se les hicieron pruebas con resultados negativos.
Lo que hasta ahora se sabe, dijo, es que la transmisión es más factible entre aves de corral y silvestres, por lo que en adelante se tendría que fortalecer la investigación a fin de determinar si A/H5N2 está presente en las especies en cautiverio y si debido a que tienen un corto tiempo de vida no son afectadas o si por causa del virus podrían tener deficiencias en su desarrollo o alguna otra situación.
El experto resaltó que en México se cuenta con la tecnología y sistemas de vigilancia y reporte de casos. Así fue en 2009, se detectó un virus que no entraba en la clasificación rutinaria. Se enviaron las muestras a Estados Unidos y Canadá y una semana después confirmaron que se trataba de un nuevo virus, A/H1N1. Ahora el país ya cuenta con los insumos para el diagnóstico de diferentes patógenos, incluidos los subtipos de influenza aviar