La cirugía robótica se extiende a pasos acelerados en el mundo. Puede utilizarse prácticamente para cualquier enfermedad compleja en niños y adultos y cada vez con mejores resultados, afirmó el cirujano torácico Diego González Rivas, pionero en el mundo en este tipo de procedimientos.
Él empezó en 2007, con operaciones de mínima invasión en pulmón, incorporó los robots diseñados para funcionar con tres o más incisiones en el cuerpo y evolucionó la técnica hasta lograr un solo punto de entrada.
El experto de origen español y actualmente director del programa Cirugía Videotoracoscópica Uniportal en el Shanghai Pulmonary Hospital de China, ha efectuado más de 10 mil operaciones en 134 países. Desde ayer está de visita en México para impartir una clase magistral de tres días sobre la técnica uniportal (un puerto de entrada) en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER).
Este nosocomio ya cuenta con un robot Da Vinci, con el que desde octubre pasado se han realizado más de 100 cirugías. La meta del instituto es convertirse en el centro nacional de referencia en cirugía robótica, afirmó Francina Bolaños, subdirectora de Cirugía del INER.
Con ese fin, se tiene un convenio de colaboración con el Centro de Enseñanza e Investigación Albert Einstein de Sao Paulo, Brasil, adonde acuden los cirujanos de tórax para el entrenamiento en el uso del equipo de alta tecnología.
Bolaños resaltó que Brasil es una potencia
en cuanto al número de robots con los que cuenta, alrededor de 130, y por la experiencia que han acumulado en su uso. Por medio del convenio con el Centro Einstein, los especialistas del INER son admitidos al curso. Hasta ahora, alrededor de una decena han tenido dicho entrenamiento, incluidos cirujanos torácicos pediátricos y de cabeza y cuello.
Al respecto, la directora del INER, Carmen Hernández Cárdenas, indicó que en México hay 29 robots Da Vinci y el trabajo realizado con el que se encuentra en el INER ha demostrado el beneficio que representa para la institución y los pacientes por la disminución en los días de estancia hospitalaria, los costos, así como en la más pronta recuperación y reincorporación de las personas a su vida cotidiana.
Son candidatos a una cirugía robótica quienes tienen cáncer de pulmón, niños con malformaciones congénitas o para la corrección de alteraciones en el diafragma. También, para padecimientos de las especialidades de urología, ginecología, otorrinolaringología y para otras áreas médicas se han realizado colaboraciones con los institutos nacionales de salud. Hernández señaló que la meta para este año es practicar 200 intervenciones con robot.
González Rivas hizo un amplio repaso de su experiencia con la cirugía robótica y el potencial que tiene este tipo de tecnología por la facilidad con que se mueven los brazos
de la máquina dentro del organismo para llegar a los lugares más alejados y de alta complejidad para la resección de tumores pulmonares y en algunos casos sin necesidad de intubar a los pacientes.
El especialista se ha planteado varios retos, entre ellos, llevar esta tecnología a las zonas más pobres del mundo, por lo que diseñó una unidad móvil de cirugía robótica que la próxima semana –si todo va bien
– empezará a funcionar en Ghana.