Ginebra. La oficina de derechos humanos de Naciones Unidas denunció este martes posibles crímenes de guerra de las fuerzas israelíes y grupos armados palestinos en relación con una letal incursión de las tropas de Israel para liberar a cuatro rehenes en Gaza durante el fin de semana.
El vocero de la oficina, Jeremy Laurence, mostró su preocupación por la posible violación de las reglas de proporcionalidad, distinción y precaución por parte de los efectivos israelíes en su operativo del sábado en el campo de refugiados urbano de Nuseirat.
Las autoridades sanitarias palestinas dijeron que al menos 274 palestinos, incluyendo decenas de mujeres y niños, fallecieron en la operación.
Según Laurence, los grupos armados palestinos que tienen a los rehenes en zonas densamente pobladas están poniendo un “riesgo añadido” sobre las vidas de los civiles próximos y de los cautivos a causa de las hostilidades.
“Todas estas acciones de ambos bandos pueden constituir crímenes de guerra”, añadió durante una conferencia de prensa rutinaria de la ONU en Ginebra.
“La forma en la que se llevó a cabo fue catastrófica ya que los civiles, una vez más, quedaron atrapados en el medio de todo esto”, agregó Laurence, refiriéndose tanto a la operación militar israelí como a los más de ocho meses de guerra que comenzaron tras la incursión de insurgentes palestinos en el sur de Israel el 7 de octubre.
En alusión al “calvario” de los rehenes capturados entonces y sus familias, dijo: “El hecho de que cuatro rehenes estén ahora libres es claramente una muy buena noticia. Esos rehenes nunca debieron haberse tomado. Es es una violación del derecho internacional. Deben ser liberados. Todos. Pronto”.
Israel lanzó su campaña aérea y terrestre sobre Gaza luego del ataque del 7 de octubre, en el que insurgentes irrumpieron en territorio israelí y mataron a unas 1.200 personas, en su mayoría civiles, y tomaron a alrededor de 250 más como rehenes.
La guerra en el sitiado enclave palestino se ha cobrado la vida de más de 36 mil 700 personas, de acuerdo con el Ministerio de Salud gazatí, que no distingue entre víctimas civiles y combatientes en su conteo. Los palestinos enfrentan un hambre generalizada porque el conflicto ha cortado casi en su totalidad la entrada de alimentos, medicinas y otros suministros a la Franja. Las agencias de la ONU advierten que más de un millón de personas podría sufrir el nivel más alto de inanición a partir de mediados de julio.