Como cada mes, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) actualizó sus líneas de Pobreza Extrema por Ingresos (LPEI), que equivale al valor monetario de la canasta alimentaria por persona; y la de Pobreza por Ingresos (LPI), que equivale al valor monetario total de la canasta alimentaria más la canasta no alimentaria.
De abril a mayo, la LPEI –que sirve como guía para medir la pobreza extrema en el país— incrementó 0.2 por ciento en el ámbito urbano, al pasar de 2 mil 298.82 pesos a 2 mil 304.37. A la vez, en el ámbito rural avanzó 0.3 por ciento, al pasar de mil 761.74 a mil 767.03 entre un mes y otro.
Anualmente, esa misma LPEI aumentó 5.8 por ciento en el ámbito urbano y 6 por ciento en el rural; de acuerdo con lo reportado por el organismo, con base en los patrones de consumo derivados delineados a partir de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH), y actualizados cada mes a partir del dato de inflación.
El Coneval explica que estos indicadores son un “referente monetario para determinar si lo que perciben las personas es mayor o menor a ciertos umbrales de ingreso establecidos de acuerdo con criterios específicos, es decir, si el ingreso corriente por persona es suficiente para adquirir los productos de las canastas”.