El pabellón y jardín escénico es uno de los 12 nuevos nodos culturales que emanan del Proyecto Chapultepec: Naturaleza y Cultura. La obra que transformó un estacionamiento a un costado del Auditorio Nacional es la evidente reunión de los dos conceptos que enarbola la iniciativa del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, pues sus foros escénicos se abren luminosos y se integran en el centro de un jardín, como un par de nenúfares que fecundan la danza, el teatro y la música entre sus pétalos.
Diseñado por el arquitecto Isaac Michan, se compone de tres pabellones, con “cubiertas que aparecen como nubes flotando en el jardín”, que se incorporan entre colinas y lagos, como explica el propio diseñador. “El bosque se coloca como telón de fondo en los nuevos espacios escénicos”, describe.
Una marquesina cambia el paisaje sobre Paseo de la Reforma, cerca de la salida del Metro Auditorio y junto a la avenida Chivatito, como uno de los puntos de acceso al espacio de áreas verdes de 70 mil metros cuadrados, que en su otro extremo invita a cruzar el tráfico desde la calzada elevada diseñada por Gabriel Orozco, que conduce hasta el parque Rosario Castellanos.
El foro principal, otro para ensayos y un tercero más pequeño cerca del Centro Cultural del Bosque, disminuyen los límites entre arquitectura y paisaje, el afuera y el adentro. Altos ventanales se abren para que el foro techado se integre a las áreas verdes, o se cierren las cortinas para dejar en total oscuridad la caja escenográfica, lo que multiplica las posibilidades de uso e ideas para la programación.
Entre las veredas, la vegetación fomenta la visita de polinizadores, en un espacio ecológico con biodigestores que ayudan a limpiar los recursos hídricos. La naturaleza y el arte son uno solo. Alondra Flores