Ciudad de México. Tras el triunfo en las elecciones presidenciales del 2 de junio de Claudia Sheinbaum, quien cuenta con formación científica -con alta especialización en temas medioambientales y quien participó en el Grupo de Trabajo número III del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) de la ONU- se abre una oportunidad histórica de subsanar “las enormes deudas que en política ambiental se han acumulado durante décadas” en el país.
Esto señaló el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda) en el contexto del Día Mundial del Medio Ambiente, al señalar que “no podemos seguir pretendiendo que la emergencia climática no está aquí, impactando de forma negativa la vida de millones de mexicanas y mexicanos. Debemos actuar ya, con compromiso, seriedad, y afán incluyente en favor de las generaciones presentes y futuras”.
Consideró que es momento de que el tema ambiental se coloque en el centro de las prioridades nacionales y sea transversal a la planeación y ejecución de las políticas públicas del país. “La creación de empleos, la construcción de infraestructura, el desarrollo económico, las inversiones y demás temas relacionados con la búsqueda de progreso para el país, deben partir del reconocimiento de que la protección del medio ambiente, de la tierra y el territorio, así como de las personas que cuidan de ellos, son el punto de partida desde el cual planear y diseñar la ruta para el próximo sexenio”.
Mencionó que entregó al equipo de campaña de la candidata Sheinbaum un decálogo con propuestas, que incluye la expedición de la Ley General de Aguas Nacionales con enfoque de derechos humanos; otorgar recursos suficientes para las Áreas Naturales Protegidas (ANP); frenar la pérdida de biodiversidad y buscar ecosistemas saludables siguiendo, entre otras cosas, la Estrategia Nacional sobre la Biodiversidad.
También se planteó establecer como un eje transversal a todas las políticas públicas el enfoque de cambio climático, priorizando la transición energética justa hacia fuentes renovables; garantizar el acceso a la justicia ambiental en los procedimientos ante autoridades administrativas y juzgadores; hacer valer la Evaluación de Impacto Ambiental como herramienta para la prevención y mitigación de las obras y proyectos; consolidar el acceso a la información, a la participación y a la justicia ambiental; garantizar un entorno seguro para las personas y comunidades que defienden el medio ambiente; transitar hacia una economía circular, así como garantizar la preservación y aprovechamiento sostenible de nuestros mares y costas, cuidando el bienestar de los hombres y mujeres del sector pesquero y acuícola.
En un comunicado agregó que también se debe atender lo relacionado con el manejo adecuado de los residuos sólidos y los residuos peligrosos; la muy alta contaminación de los cuerpos de agua; la mala calidad del aire en ciudades del país; la prevención de los incendios forestales; la necesidad de contar con una norma oficial mexicana sobre olores; la prevención de impactos ambientales de la actividad minera y poner en orden la minería ilegal; el contar con un transporte público ambientalmente amigable; hacer cumplir de manera efectiva la legislación ambiental y, fomentar una sustentabilidad en la que haya lugar al mismo tiempo para el desarrollo, la inversión, el crecimiento, la creación de empleos, con el cuidado y respeto a nuestro entorno natural del cual todos dependemos.