Sobrevivientes del incendio de la Guardería ABC marcharon por las principales calles de Hermosillo, para exigir al Gobierno de México y al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) el reconocimiento como víctimas que requieren atención médica de primer nivel por las graves afectaciones a su salud debido a las quemaduras e inhalación de humo tóxico del fuego que mató a 49 niños en la tragedia infantil más grave en la historia de México.
A 15 años del siniestro, unos tres mil marchantes, entre ellos los niños ahora adolescentes que lograron salir de las llamas, padres y madres de los 49 menores que fallecieron y familiares de las víctimas, así como ciudadanos que año con año se unen al mitin, partieron desde las ruinas de la Guardería ABC, recorrieron el bulevar Vildosola y Rosales hasta llegar a las escalinatas de la Universidad de Sonora en Hermosillo. La principal exigencia en la camiseta morada es: “Salud y justicia para sobrevivientes ABC”.
Con una serie de eventos religiosos, vigilas y la manifestación multitudinaria, las víctimas que ahora tienen entre 16 a 18 años de edad alzaron la voz para que las autoridades en materia de salud atienda sus necesidades médicas.
En entrevista para La Jornada, Karla Maritza Gutiérrez Gastélum, que tenía tres años cuando ocurrió el incendio, denunció que funcionarios del IMSS ocultaron el dictamen médico que establece el daño que sufrió en su sistema respiratorio.
“Las autoridades dicen que soy una niña expuesta, es decir, que solo estuve en la Guardería, no quieren reconocer el daño que me dejó el humo tóxico respiré, los médicos en Estados Unidos dicen que tengo un pulmón más chiquito que el otro y que es irreversible”, aseguró Karla Maritza.
Su madre Karla Gastélum Martínez, señaló que actualmente hay 15 familias en una batalla legal con el Estado Mexicano para que reconozca a sus hijos como víctimas del incendio y les brinden la atención médica que requieren, así como la reparación integral del daño.
“El Phoenix Children's Hospital de Arizona, en los Estados Unidos, nos entregó en 2009 un diagnóstico donde el pulmón izquierdo de mi hija presentaba daños, no sé porque Zoé Robledo, director Nacional del IMSS dice que mi hija es una expuesta, cuando ella estuvo dentro de la Guardería ABC y respiró el humo tóxico, han pasado 15 años y seguimos luchando, es una pena que otros países nos reconozcan y en México oculten los expedientes para hacernos a un lado”.
Este 5 de junio padres y madres de las víctimas, así como los adolescentes sobrevivientes se reunieron al exterior del lugar del siniestro para rendir homenaje a los 49 niños que perdieron la vida en la estancia infantil de Hermosillo. Durante el acto religioso, los asistentes recordaron a los pequeños que ya no están. Los jóvenes sobrevivientes alzaron sus voces en un canto conjunto, recordando a las autoridades que la lucha por la justicia continúa.
Luis Eduardo Mada Osuna, uno de los sobrevivientes del incendio, tomó la palabra y expresó: “Hoy nos reunimos en este lugar en el que 49 inocentes menores de edad perdieron la vida. Hoy pronunció este reclamo a las autoridades, al gobierno y a la sociedad mexicana; el 5 de junio de 2009 es un día que quedó en la memoria, que marcó a todos los sonorenses, dejando una herida abierta que nunca sanará del todo”.
Mada Osuna reiteró que los sobrevivientes enfrentan diariamente las secuelas de un suceso marcado por la corrupción. “Hace 15 años 49 familias se quedaron con los brazos vacíos”, añadió, resaltando el impacto del accidente en las vidas de los afectados.
El 5 de junio de 2009, un incendio que comenzó en la bodega de la Secretaría de Hacienda y se propagó rápidamente hacia la Guardería ABC, una estancia infantil pública subrogada por el IMSS y operada por particulares cobró la vida de 49 bebés, 25 niñas y 24 niños menores de cinco años. Además, más de 70 niños resultaron con quemaduras severas y otros 39 sufrieron afectaciones internas.
En estos 15 años transcurridos, ninguna persona ha sido encarcelada por su responsabilidad en el incendio, las únicas personas que han estado en prisión lo fueron por incumplir medidas cautelares dictadas por los jueces, no por su implicación directa en la tragedia.
Actualmente existen órdenes de aprehensión pendientes, pero las autoridades no las ejecutan. Funcionarios públicos y socios de la Guardería ABC continúan en libertad; mientras, los padres de los niños fallecidos y los sobrevivientes siguen clamando justicia, enfrentándose a un sistema que no ha respondido a sus demandas.